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lunes, 29 de abril de 2024

SALOMÉ: ENTRE LA HISTORIA Y EL MITO

 


En el corazón del Festival Internacional del Teatro Clásico de Mérida, una obra se erige como un viaje al pasado, al tiempo en que los romanos extendían su dominio sobre las tierras del Mediterráneo. "Salomé", dirigida por Magüi Mira, es más que una representación teatral; es un encuentro con una historia brutal, un relato donde las figuras del pasado cobran vida en las calles del presente.

En el escenario del Teatro Bellas Artes, desde el 30 de abril hasta el 5 de mayo, los espectadores serán testigos del drama que se desarrolla en Judea durante los primeros años del Siglo I de nuestra Era. En este contexto de invasión y opresión romana, surge la figura de Salomé, una princesa que apoya en secreto a los rebeldes que resisten el gobierno corrupto del Rey Herodes, impuesto por Roma.

El centro del conflicto es Juan el Bautista, líder espiritual del pueblo judío, encarcelado por desafiar al invasor romano y al régimen de Herodes. Su voz clama por un tiempo nuevo, por una esperanza que alimenta los sueños de libertad. Pero su relación con Salomé añade una capa de complejidad al relato; un amor no correspondido que desencadena una serie de eventos trágicos.

Salomé, personificación del Poder Sensual Absoluto, se ve consumida por su deseo hacia Juan el Bautista, un deseo que culmina en la muerte del profeta. Inducida por su madre, Herodías, Salomé se atreve a pedir la cabeza del Bautista como precio de su danza ante Herodes, en un acto de venganza y manipulación.

El relato de "Salomé" trasciende la mera narrativa histórica para explorar temas universales como el poder, la manipulación y la lucha por la libertad. La figura de Herodías, una mujer atrapada en un mundo de represión y deseo de libertad, añade una dimensión adicional al conflicto. En su lucha por sobrevivir en un entorno opresivo, Herodías se convierte en un símbolo de resistencia y lucha.

Pero ¿cuánto de esta historia se basa en hechos reales y cuánto es producto del mito y la interpretación artística? Si nos remontamos a las fuentes históricas, encontramos que la figura de Salomé en la Biblia difiere en gran medida de la representación teatral. Según los Evangelios, Salomé era una niña de no más de diez u once años durante los eventos que se relatan, lo que hace improbable que tuviera una relación amorosa con Juan el Bautista o que su danza tuviera connotaciones eróticas.

El mito del baile de Salomé, entonces, parece haber evolucionado a lo largo del tiempo, transformando a la figura de una niña en la personificación del deseo y la seducción. La elección de Belén Rueda para interpretar a Salomé desde la perspectiva de una mujer adulta refleja esta reinterpretación del personaje, enfatizando la sensualidad y el poder que se le atribuye en la obra.

En última instancia, "Salomé" es más que una representación histórica; es una exploración de la intersección entre la realidad y la ficción, entre la historia y el mito. A través de sus personajes y su trama, la obra nos invita a reflexionar sobre las complejidades del poder, el deseo y la lucha por la libertad, temas que resuenan tanto en el pasado como en el presente.

El resto del reparto está formado por: Luisa Martín, como Herodías, Juan Fernández, es el Tetrarca, Pablo Puyol, encarna a Juan el Bautista y Sergio Mur es Sirio. Antonio Sansano, Jorge Mayor, José Fernández y Jose de la Torre forman la guardia real.


Fotografías: © Jero Morales











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