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lunes, 18 de marzo de 2019

Lang Lang celebra el Bicentenario del Museo del Prado homenajeando a Velázquez


Con motivo de la celebración de su Bicentenario, el Museo del Prado recibe la visita única y excepcional de uno de los pianistas clásicos más reconocidos y aclamados a nivel internacional, Lang Lang.

A las 22.00 h. del  jueves, 21 de marzo, el afamado pianista chino recorrerá algunas de las salas de la colección permanente del Museo del Prado y en la sala 12, frente a Las Meninas, interpretará dos piezas que suponen el personal homenaje de Lang Lang a los 200 años de historia de la institución y a la capacidad inspiradora de las obras que atesora.

Lang Lang que es sin duda uno de los pianistas más mediáticos  fue el primer pianista chino en ser contratado por la Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Viena y algunas de las principales orquestas estadounidenses. Un crítico musical de Chicago Tribune lo llamó "el joven talento más grande y excitante de teclado que he encontrado en muchos años de asistir a recitales de piano.” Lang Lang ha actuado con las principales orquestas del mundo, incluyendo la Sinfónica de Boston, la Filarmónica de Nueva York, la Orquesta de Cleveland, la Sinfónica de Detroit, la Orquesta de Filadelfia, la Filarmónica de Los Ángeles, la Sinfónica de San Francisco, la Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Londres, la Orquesta de París, la Filarmónica de Hong Kong, la Sinfónica de Sydney, la Filarmónica de Israel, la Filarmónica de San Petersburgo y la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela.

Este homenaje extraordinario será retransmitido en streaming a través de las cuentas oficiales de Instagram (@museoprado) y Twitter (@museodelprado) del Museo Nacional del Prado.
 


jueves, 7 de marzo de 2019

Regresa Enrique de Alva con el Ciclo de Músicas del Mundo. Música de África

SIN TARIMA LIBROS 
Calle de la Magdalena, 32
MADRID

El sábado 9 de marzo, a las 19 horas, la librería SIN TARIMA recibe  de nuevo a Enrique de Alva, quien estuviera ya hace unos meses largos dando unas conferencias sobre Músicas del Mundo, y que regresa con un nuevo capítulo de tan fascinante recorrido, dedicado en esta ocasión a las Músicas de África.
                                                                                                



Músicas de África

Desiertos, sabanas y junglas. Según los arqueólogos y antropólogos los restos humanos más antiguos se han encontrado en África. La historia de este continente en mi opinión es en general poco conocida y en numerosas ocasiones manipulada y tergiversada. Mi propósito sería realizar con vosotras un periplo musical por parte de diferentes culturas, cuyas músicas en muchos casos han desaparecido o están en trance de desaparecer.

Comenzaríamos en el Tassili-N-Ajjer, al sureste de Argelia, cuyas extraordinarias pinturas rupestres son verdaderos archivos, donde de alguna manera podríamos adivinar, intuir como era la vida de los diferentes pueblos que lo ocuparon a lo largo de milenios, cuando el Sahara era verde y tenía numerosos ríos tan largos y caudalosos como el Tafasset, que iba a desembocar al lago Tchad. Con la progresiva desecación del desierto , parece que se producen una serie de migraciones hacia diferentes puntos de Africa: hacia el mar Mediterraneo, hacia el Océano Atlántico, hacia el África interior etc… Así, trataremos de seguir a algunas de estas culturas en su viaje.

Por ejemplo, desde el Atlas marroquí hacia el sur, al río Souss; o hacia Mauritania, cuya antigua capital Audoghast fue punto de encuentro de las caravanas de esclavos, oro y sal; a Gambia, que junto a la actual Guinea Conakry formaron parte en la de los antiguos reinos de Mali, y adentrarnos en las laderas del Fouta Djallon ; nos dirigiremos al extremo norte de Camerún, a los montes Mandara, a la República Centroafricana, a Burundi, para finalizar esta primera parte en las espesas junglas para oír los cantos de los que seguramente fueran sus primeros habitantes, los Baka Bambuke (pigmeos), en Gabón.

Todo esto, como no podía ser de otra manera, aderezado con muestras de audio y vídeo para que podamos empaparnos aún más de la inabarcable música del continente negro. Aquí os dejamos algún adelanto.
 

NO HAY INCENDIO SIN CENIZAS

GALERÍA BLANCA SOTO
Calle de Almadén 13, Madrid.
Desde el 7 de marzo al 16 de abril de 2019
Inauguración: Jueves 7 de Marzo a las 19:00 h


Urtzi Ibarguen recurre al fake, que en este caso refiere a la “re-creación” arqueológica neutra, desde cero y prescinde de la copia, la imitación o el remake al carecer de objeto/cosa al que copiar, para desvelar, desde una perspectiva actual, lo que deben ser los restos de algo que podría no tener pasado. Quizá ni siquiera presente.

Se trata, en principio, de una arqueología sin historia o (rescato de nuevo a Derrida) de una huella que no remite a una pisada originaria, sino que intenta mostrar que todo es una huella de una huella de una huella y así hasta el infinito, es decir, sin origen primero. Vestigios de una cultura contemporánea tiene precisamente como rasgo singular la imposibilidad de encontrar referentes originales en su presencia inmediata, por lo tanto, todo potencial principio es puesto en tela de juicio.

Me adentro en cavilaciones, como el explorador en terra ignota, con un dardo marxista bien afilado que bien pudiera haber atajado la sombría historia tardo capitalista que en su relación con la tecnología venimos viviendo durante las últimas décadas; a saber: “La naturaleza no construye máquinas, ni locomotoras, ni ferrocarriles, ni telégrafos eléctricos. Son éstos, productos de la industria humana: material natural, transformado en órganos de la voluntad humana sobre la naturaleza o de su actuación en la naturaleza. Son órganos del cerebro humano creados por la mano humana; fuerza objetivada del conocimiento.

Delegar en la tecnología para sustituir la fuerza laboral humana y/o animal es algo hoy indiscutible; el trabajo, al menos el manual, (incluso el de los artistas) tal y como lo conocemos aquí y ahora, en la versión más ferozmente neoliberal que la caída del muro de Berlín vino a acentuar, está condenado a desaparecer.

Efectivamente, en la obra de Urtzi Ibarguen no hay acción antrópica física-manual, utiliza el ordenador de forma irónica como un espejo que refleja aquello en lo que nos hemos convertido a lo largo de todos estos siglos de proyecto humanístico: datos. Eso es; no más que referentes simbólicos de nuestra apariencia que el artista utiliza a modo de cimientos para construir otra identidad que se adapte a los paradigmas de una nueva etapa histórica caracterizada por una brutal transformación tecno-económica y una conceptualización de la sociedad en sí misma como una red uniforme y no como un conjunto heterogéneo de subjetividades.

Es, en definitiva, la obra de Urtzi un producto de radical imaginación socio-política y una llamada a inventar el futuro antes de que se nos implante. Son piezas pequeñas que bien dispuestas puedan erigir catedrales orientadas a las utopías civilizatorias de la modernidad, que proclamen un tiempo por venir común y sin dioses, un “sindios” constructivo como consumación de un pueblo redimido primero, liberado después y reivindicado ahora.