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jueves, 29 de septiembre de 2022

EN EL JAPÓN DE LOS ÁNGELES. UNA RETROSPECTIVA DE LA OBRA DE AMALIA AVIA


La última vez que se vio una gran retrospectiva de la obra de Amalia Avia fue en 1997, cuando la artista aún vivía. Ahora la Sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid abre al público El Japón en Los Ángeles. Los archivos de Amalia Avia, una muestra que a través de 133 obras de la autora revisa y actualiza la comprensión del trabajo de quien fue para la crítica una de las figuras del realismo, aunque a ella no le gustaba que se le calificara como tal. 

Amalia Avia era una mujer alegre, vital y social pero su pintura no solía serlo. Su hijo Rodrigo Muñoz, nos cuenta que para muchos de los que conocieron a Amalia Avia, incluso para ella misma, resultaba difícil comprender la distancia aparente que existía entre su personalidad y su pintura. Es verdad que ella adoraba Madrid, tan central en su obra, es verdad que le atraía lo popular y lo humilde, que le encantaba recorrer las calles de ciudades y pueblos y también entrar en las casas, maravillarse con las bancas, las cómodas, las camas o los suelos que tanto pintó. Pero existía un gran contraste entre su personalidad y la forma en la que la veían aquellos que contemplaban sus cuadros. 




Amalia Avia se valía de la fotografía para inspirarse en su trabajo, pero al contrario que otros pintores de la época no hacía copias literales de las mismas, sino que las interpretaba buscando algo más allá de las mismas. Por eso, esta pintora excepcional que estaba casada con Lucio Muñoz, también artista, a pesar de estar relacionada con los realistas madrileños Antonio López, María Moreno, Francisco López e Isabel Quintanilla, todos pertenecientes a la misma generación, la de los años treinta del pasado siglo XX, marcaba diferencias fundamentales con los mismos al no recrear fielmente lo que se podía ver, sino que ella reflejaba más bien lo que podría ser, que lo que es. 


Madrid fue un pilar fundamental y una constante en su trabajo, como lo fueron las puertas, de las que abundan entre sus obras y es que detrás de cada puerta hay varias historias: la que rige el interior, la que se imagina y se desea, la que fascina o desilusiona en el momento de su desvelamiento. Cada una de ellas es siempre capaz de sorprender. Detrás de cada puerta habita sobre todo un tiempo fuera del tiempo, suspendido el que fue, el que podría haber sido, incluso el que será. Pintar puertas portones, entradas a portales como atisbo balbuceante de un mundo privado por descubrir, permite a la autora introducirse en cada uno de esos mundos e imaginar el lugar que hay al otro lado al modo de una pequeña Alicia en el país de las maravillas. 




Al mismo tiempo puertas y fachadas son para Avia el epítome de una ciudad vaciada que busca impenitente y necesita, la que se ha quedado suspendida en la retina de la artista y quizás también en el espectador. A medida que pasan los años, sus cuadros se van desnudando de individuos y su trabajo se centra más en los espacios desiertos, calles, carteles, negocios cerrados, y también habitaciones en las que se encuentran pequeños objetos que evidencian la presencia humana pero sin mostrarla. Lo importante para Avia es no acabar de desvelar el mundo completo, dejarlo a medias para que la imaginación cierre el archivo. O quizás para que lo abra. 


Es difícil situar a una artista como Amaia Avia en el panorama artístico porque ella tiene al tiempo algo pop, cuando convierte los objetos corrientes en especiales al retratarlos en sus cuadros; algo realista, entendido el término como lo opuesto a lo abstracto; algo conceptual, cuando trueca la autoría por las series; que es fotógrafa, archivera, documentalista, reportera... 




La presente exposición plantea esa y otras cuestiones y revisa la obra de Amalia Avia desde un punto de vista actual; buscando otras perspectivas que delinea el uso de la fotografía en su producción, desde fotos hechas por ella misma o por su familia hasta recortes de periódico. Son las suyas fotos que jamás presentan literalidad alguna; un punto de partida para captar después, a través de los cuadros, esas atmósferas en la cuales es maestra Avia: extraordinarios tiempos detenidos.

Amaia Avia

A veces parece que, si bien fue muy reconocida durante su vida, como otras mujeres artistas desde Sofonisba Anguissola hasta Gentileschi o Rosa Bonheur, al final, y a juzgar por el largo silencio que la rodeó durante años, fue doblemente olvidada como “mujer pintora” primero y como “pintora realista” después, cuando las artistas empezaron a ser rescatadas desde la crítica de género. Es por eso que esta exposición viene a poner en su lugar el reconocimiento debido a una mujer que sin duda deja un legado espléndido en el mundo de la pintura. 

Estrella de Diego (Comisaria) y Rodrigo Muñoz Avia 

viernes, 9 de septiembre de 2022

Adonis recibe la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes


El presidente del Círculo de Bellas Artes, Juan Miguel Hernández León, entregará la Medalla de Oro, máximo reconocimiento que concede la institución, al poeta, escritor y ensayista sirio, Ali Ahmad Said Esber, conocido bajo el seudónimo de Adonis. Tras el acto de entrega, que tendrá lugar el próximo jueves, 15 de septiembre, el escritor ofrecerá una lectura de poemas en árabe con la traducción al castellano a cargo del filólogo y traductor Federico Arbós (Premio Nacional de Traducción 1988). 

Nacido en Siria el 1 de enero de 1930, Adonis estudió filosofía en Damasco y mantuvo una posición política crítica con el régimen sirio que le llevó a permanecer preso durante unos meses. Después se afincó en el Líbano, donde abrazó el panarabismo y dejó de lado la carga política en sus obras. En 1960 recibió una beca para estudiar en París y de 1970 a 1985 ejerció como catedrático de literatura árabe en la Universidad del Líbano. Sin embargo, en 1980 se exilió definitivamente en París tras el comienzo de la guerra civil libanesa. Durante años fue profesor en la Sorbona y en el Colegio de Francia.

Parte de su prolífica obra ha sido publicada en castellano con distintas editoriales como Ediciones del Oriente y el Mediterráneo, Vaso Roto, Alianza o Visor, entre otras. Destacan títulos como Homenajes, Este es mi nombre, la antología Árbol de Oriente, la monumental Sombra para el deseo y el sol o Canciones de Mihyar el de Damasco.

Habitual en los últimos años entre los candidatos al Premio Nobel de Literatura, Adonis ha sido galardonado con importantes distinciones como la Medalla de Oro del Gobierno de Italia, el Premio Goethe, el Premio Giovanni Pascoli, el Max Jacob o el Premio Bjornson, entre otros muchos.

Con la entrega de esta medalla el Círculo reconoce la labor poética de Adonis, quien ha conseguido aquello que él mismo exige de la poesía, tal y como ha declarado en diversas ocasiones: que ésta amplíe los límites e incluso los elimine. 

El acto tendrá lugar el próximo jueves, 15 de septiembre (19h.) en la Sala de Columnas del CBA. La entrada es libre hasta completar aforo.