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martes, 25 de mayo de 2021

BENE BERGADO. IRREVERSIBLE

 

Bomba biótica l, ll y lll, 2015

La Sala Alcalá 31 presenta la exposición Irreversible, de la escultora Bene Bergado, una reflexión desde distintas perspectivas sobre cómo nos afectan las decisiones que se toman en la industria alimentaria, química y farmacéutica, comisariada por Susana Blas. Una colección de piezas de gran formato y diversas instalaciones que ponen de relieve el compromiso creativo de la artista sobre un modelo social que camina impasible hacia la destrucción de los territorios en el que la tierra desaparece bajo nuestros pies.

El proyecto, que podrá visitarse entre el 27 de mayo y el 25 de julio,  ha tenido en cuenta la especificidad arquitectónica de la sala y su funcionalidad pasada como lugar de transacción económica, que se funde muy bien con las reflexiones involucradas en las instalaciones en torno a la economía del bienestar.

Huevos de basura III, 2016

Desde la consciencia de un momento histórico con muchos cambios por vivir, con un sistema productivo profundamente afectado por la transformación energética y tecnológica, la exposición apela a la reflexión personal sobre las responsabilidades y las posibilidades de afrontar un nuevo régimen climático.

En el espacio central de la primera planta se presentará una gran instalación: Trampa del bienestar, una nasa de pesca a escala humana, donde las estructuras metálicas son puertas de acceso con formas que recorren la historia del vano arquitectónico. Esta instalación estará acompañada de tres series anteriores involucradas con esta problemática: Los mapas de Gaia, Descomposición y Trampas.

Mushroom 2011

Teoría de la descomposición (fragmento) 2013

Siguiendo la intención de la artista de agitar conciencias, la parte superior de la nave central acoge la obra Prospecto (2016), proyección del listado de aditivos alimenticios de la Unión Europea (UE) que recorren la pantalla como si se trataran de créditos cinematográficos.

Además, la exposición cuenta con una pieza que funciona a modo de retrospectiva de los procesos de trabajo de Bergado. Así, Gliptoteca II (1990-2021) es una estantería de almacén que alberga algunas de sus primeras obras, así como objetos personales, libros y otros elementos que aluden a su universo estético, a modo de resumen de su trayectoria.

Trampa III SQM, 2020

Bene Bergado (Salamanca, 1963) vive en Bilbao, ciudad de su residencia familiar, desde 1964, donde se forma y da sus primeros pasos profesionales. Se licenció en Bellas Artes en la Universidad del País Vasco en 1985 y fue profesora de Bellas Artes en esa misma universidad durante 10 años. Allí se inició también como artista y desde 1998 vive y trabaja en Madrid, y desde ese mismo año es representada por la galería Espacio Mínimo.

Su obra está presente, entre otras, en las colecciones JUMEX (México), Banco de España (Madrid), Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, MUSAC (León), Museo ARTIUM de Vitoria, Fundación BILBAO Arte de Bilbao, Diputación Foral de Vizcaya, Comunidad Autónoma de Murcia o el Instituto de la Juventud de Madrid.

MARINA NÚÑEZ. VANITAS

 

Marejada (3) 2020

El museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta Marina Núñez. Vanitas, una exposición en la que la artista multimedia Marina Núñez (Palencia, 1966) recupera y reinterpreta el tradicional bodegón, vanitas o naturaleza muerta, género considerado menor y relegado en el pasado a las pintoras, para abordar nuestra actual relación con la naturaleza desde un punto de vista post-humano, ecologista y feminista.

La cuarta edición del programa anual Kora está dedicada a Marina Núñez, una gran artista española actual que ha trabajado desde sus comienzos en una perspectiva de género. Las quince piezas expuestas, algunas creadas especialmente para la muestra, recorren medios muy diversos. Marina Núñez es conocida sobre todo como una creadora de videoarte, pero sus profundas raíces pictóricas se aprecian más en esta visita a una pinacoteca como el Thyssen. Algunas de las piezas han sido instaladas en la galería de maestros antiguos y establecen relaciones muy intensas con ciertas pinturas del Renacimiento.

Cuadro de flores (rosa) 2020

La exposición representa bien el universo metafórico de la artista. Está marcada por la polaridad entre el cuerpo humano, especialmente el cuerpo femenino, y la Naturaleza, encarnada en varias piezas por flores (las flores de Marina Núñez conviven en nuestro museo esta primavera con las de Georgia O’Keeffe). Entre uno y otro polo suceden toda suerte de fusiones y metamorfosis. A veces el resultado es la destrucción, como en el vídeo que da título a la exposición, Vanitas, donde las cabezas pétreas son vencidas, licuadas por los lirios. Otras veces se engendran maravillosos híbridos, como en los Cuadros de flores, en los que la flor y la cabeza femenina se enredan, se interpenetran. Los desnudos femeninos de la serie Marejadas se transforman en cabelleras que crecen y se mueven como anémonas de mar, con un oleaje sensual y siniestro (al fondo del cual está la Venus de Botticelli y otras inspiraciones de la historia de la pintura). Las manos de la serie Retrato, grabadas con láser en cristal, exhiben la misma estructura ramificada y sutil que los arbolitos que sostienen. Marina Núñez aprendió desde muy joven que los hombres se reservaban los cuadros heroicos, mientras que a las mujeres les dejaban los cuadros de flores. En sus vídeos titulados Flores heroicas, las flores nobles, heráldicas (iris, rosas, lirios) estallan en una combustión espontánea, porque las flores encarnan las pasiones humanas y pueden representar papeles épicos o trágicos.

Marina Núñez. Vanitas es la cuarta edición del programa “Kora”, comisariado por Rocío de la Villa, que cada año trae a las salas del museo una exposición concebida desde la perspectiva de género. La muestra reúne un total de quince obras, incluyendo pinturas al óleo, vídeos y piezas de cristal tallado con láser, algunas creadas especialmente para la muestra. Diez de ellas se presentan en la sala mirador, con acceso directo desde el hall del museo, y cinco en diálogo con algunas pinturas del Renacimiento en las salas de la colección permanente.

Fotograma de naturaleza (Isla) 2019

En la tradición artística, los hombres eran identificados con racionalidad o progreso y pintaban cuadros heroicos, mientras que a las mujeres se les vinculaba con lo natural y lo primitivo y realizaban pinturas de flores. Consciente de esta infravaloración, Marina Núñez se aleja de esa concepción del bodegón como meramente ornamental y remite con su obra a la condición orgánica del ser humano y a su fragilidad, a la conexión entre el cuerpo y la naturaleza, encarnada en diversas variedades de flores, y a las transformaciones, tensiones y procesos que se derivan.

Tres pinturas al óleo, realizadas durante el periodo de confinamiento por la COVID19, reflejan la fusión de rostros humanos con rosas, iris o lirios, que actúan a modo de velo y de elemento transformador. Este motivo, muy presente en la carrera de Marina Núñez, fomentó el paso de la pintura al vídeo para transmitir de forma más expresiva esa metamorfosis. Prueba de ello son los vídeos de la serie Naturaleza (isla, manglar y montaña), que aluden a nuestro pasado colonial y a las explotaciones naturales y culturales de la civilización occidental, y Vanitas, que da título al proyecto y donde asistimos a un combate en el que dos bustos pétreos enfrentados terminan disolviéndose y transformándose en flores que surgen triunfantes entre la materia.

Esa misma idea de unión se refleja en la serie Marejada, tres dibujos a lápiz e impresión sobre madera en los que el cuerpo femenino se mezcla con formas vegetales, dando lugar a extraños y siniestros híbridos que flotan de manera sensual.

En las salas 5, 6 y 10 de la colección permanente, junto a obras como Florero de Hans Memling (reverso de Retrato de un hombre joven orante), la Anunciación de Jan de Beer y Retrato de una joven de París Bordone, se presentan tres vídeos de la serie Flores heroicas, en los que lirios, rosas e iris estallan en una combustión espontánea y renacen vencedoras en su combate contra las desigualdades.

Otra de sus series, Retratos, está formada por piezas grabadas con láser en cristal que representan manos ramificadas, prácticamente convertidas en árboles, una unión que asemeja el amor por la naturaleza al deseo de los desposados representado en obras de la colección con las que dialogan, como Autorretrato de Joos van Cleve o Retrato de una mujer de autor anónimo alemán.

Fotograma de flores heróicas (rosa) 2021


Marina Núñez (Palencia, 1966)

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y doctorada en Bellas Artes por la Universidad de Castilla La Mancha. Su obra forma parte de las colecciones de numerosas instituciones públicas como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), Es Baluard (Palma de Mallorca), el CAAM (Las Palmas), la Panera (Lleida), el CAB (Burgos), el FRAC Corse, el Artium (Vitoria), el MUSAC (León), el TEA (Tenerife), la Fundación La Caixa, la Fundación Botín (Santander), el Patio Herreriano (Valladolid), el MAC (La Coruña) o la American University (Washington D.C).

Actualmente vive entre Madrid y Pontevedra y es profesora titular de pintura en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Vigo.