Imagen Cabecera

Imagen Cabecera

viernes, 13 de enero de 2023

RETORNO AL HOGAR, UNA OBRA DE HAROLD PINTER

 


El teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa presenta Retorno al hogar de Harold Pinter. La dirección y adaptación de esta obra la firma Daniel Vernose que cuenta con Miguel Rellán, David Castillo, Fran Perea, Alfonso Lara, Juan Carlos Vellido y Silma López en la interpretación. El montaje se podrá ver del 12 de enero al 5 de febrero en la Sala Guirau del teatro, dependiente del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid. 

En Retorno al hogar, Pinter, autor irreverente y provocador donde los haya…, retrata con suma crudeza las mil y una contradicciones y tensiones entre un padre viudo que vive con dos de sus hijos, ya adultos, y un hermano. La llegada del hijo mayor, aparentemente el triunfador de la familia, con su esposa, desata todos los vientos de una tempestad provocada por un ambiente asfixiante y opresivo causado por la envidia y el desprecio mutuos entre todos los miembros del clan familiar.

El autor nos cuenta la historia de un clan movilizado por la envidia y el desprecio mutuo que recrea un hipnótico juego de infidelidad, abuso y proxenetismo. Algo incomprensible e inaceptable pero revestido de cotidianeidad, sobreviviendo a fuerza de una moralidad particular, a fuerza de instinto. Instinto de sobrevivir, de ostentar poder. Instinto de no ser querido, de evitar ser querido, de cuidarse del que siempre será más querido. Instinto de guardarse, de destruir, de reinar sobre todos y todas, de protegerse, de victimizarse, de avasallar. Instinto de dominar, de ser respetado, de poseer para sentirse alguien y así ser respetado, de asaltar impunemente, de apropiarse sin motivo, de emboscar, de sobresalir, de olvidar, de no olvidar. Instinto de habitar el pasado como si estuviera presente. Instinto de volverse animal para poder llegar a ser nadie.  


Así, el maltrato emocional nos generará una desconcertante sensación de incomodidad a todos los que nos asomemos distraídamente en esta obra. Y nunca estará demasiado claro que límite se habrá establecido en los huesos y en la piel en estos personajes que sobreviven con inmoralidad, con prepotencia quebradiza.  

Harold Pinter fue un dramaturgo y poeta británico. Considerado el máximo exponente del arte dramático inglés de la segunda mitad del siglo XX, recibió el Premio Nobel de Literatura en 2005. 

Nacido el 10 de octubre de 1930 en el barrio de Hackney, en el popular East End londinense, en el seno de una familia judía. Al estallar la Segunda Guerra Mundial fue separado de sus padres y evacuado a la campiña inglesa. Aquella separación, traumática para él, iba sin embargo a alimentar su imaginación y la mirada introspectiva de su teatro.  


Heredero del teatro del absurdo de Samuel Beckett, Eugène Ionesco y Jean Genet, sus obras, aderezadas con fantasías eróticas y obsesiones, celos y odios, han sido calificadas como “teatro de la inseguridad”. Sus personajes intentan comunicarse para reaccionar frente a una invasión o un intento de invasión en la estrechez de sus vidas, y casi siempre fracasan. Sus diálogos, en apariencia insignificantes, reticentes y evasivos -a veces contradictorios-, esconden intimidaciones, advertencias, riesgos. La obra de Pinter, mezcla de realismo y misterio, no lleva explícito mensaje alguno moralizante, sino que más bien trata de reflejar un mundo amenazante y violento que nace de la propia naturaleza humana y de las contradicciones de nuestra sociedad.  


Pinter inició, su hoy extensa obra teatral, en 1957 con The Room (La habitación), siendo desde entonces los cuartos cerrados, con muy pocos personajes, los escenarios de muchos de sus dramas. 


Además de piezas dramáticas, Harold Pinter escribió obras cortas para televisión y radio, dirigió más de una treintena de producciones teatrales propias y de otros autores (Robert Shaw, James Joyce, David Mamet, Simon Gray…) y fue autor de los guiones de películas como El sirviente (1963) y El mensajero (1971), de Joseph Losey, El último magnate (1976), de Elia Kazan, y La mujer del teniente francés (1981), de Karel Reisz. Publicó además una novela titulada Los enanos, relatos cortos y cientos de poemas, también teñidos de ideología.  

De izda. a dcha. Alfonso Lara, Fran Perea, Juan Carlos Vellido, Silma López, Miguel Rellán y David Castillo

Daniel Veronese, autor, adaptador, especialista en versionar, actor y director teatral, es el responsable de la dirección de la obra para lo que se ha rodeado de un magnífico plantel de profesionales, todos ellos con una larga trayectoria tanto en teatro como en cine y televisión. A los veteranos Miguel Rellán, Alfonso Lara, Juan Carlos Vellido y Fran Perea, se suman los más jóvenes pero también con sobrada experiencia David Castillo y Silma López. 


© Imágenes: Conchita Meléndez

martes, 10 de enero de 2023

EL CAMINO, OBRA CUMBRE DE LA PIONERA CINEASTA ANA MARISCAL

 

La plataforma FlixOlé, especializada en cine español,  estrenará el próximo 13 de enero El camino, una de las joyas desconocidas del cine español, la primera en adaptar una novela de Miguel Delibes. 

La película fue sin duda la obra cumbre de la pionera cineasta Ana Mariscal. El recuerdo de Ana Mariscal como actriz de cabecera en las películas de los 40 y 50 permanece imborrable. Pero la interpretación no es el único legado que dejó esta estrella incontestable del cine español: fue una de las primeras mujeres en encarnar un personaje masculino en el teatro, en fundar su propia productora y en ponerse detrás de la cámara, haciendo carrera de ello. También fue la primera en adaptar una novela de Miguel Delibes: El camino (1963), una de las joyas del séptimo arte patrio, olvidada durante décadas, que se podrá ver en la plataforma FlixOlé a partir del próximo viernes, 13 de enero.


Pionera en multitud de aspectos culturales e intelectuales, Mariscal fue una de las precursoras del neorrealismo italiano en la España del franquismo. Su obra cumbre, El camino, es un claro ejemplo del cine personal, apegado a la realidad y a las preocupaciones sociales, que desarrolló la diva de la gran pantalla en su faceta de directora. Algo que no era del agrado de la censura, que entorpeció la exhibición y distribución de la cinta, contribuyendo a que ésta quedase como película maldita. 

El interés por el título ha experimentado un reciente despertar en certámenes y filmotecas. De hecho, el Festival Internacional de Cannes, en su 74ª edición, incluyó la proyección de El camino en la sección de clásicos.

Cara visible de las comedias escapistas, melodramas históricos y productos patrióticos que tanta fama le granjearon como actriz, Ana Mariscal cultivó un cine totalmente distinto, independiente a los cánones que marcaba el régimen. Bajo el sello Bosco Films, productora que la propia Mariscal creó a principios de los años 50, la cineasta volcó sus inquietudes y rodó una decena de películas, siendo una de las más reconocidas El camino. El humanismo y existencialismo del texto de Delibes se convirtieron en imágenes en este largometraje con el que la directora representó la vida de un cotidiano pueblo de la sierra de Ávila, con sus penalidades y alegrías.  


Mariscal filmó un retablo costumbrista del mundo rural y sus gentes durante la dictadura. Para ello utilizó como hilo conductor a Daniel, un niño apodado ‘El mochuelo’ al que su padre quiere enviar a la ciudad para que termine sus estudios y sea un hombre de provecho. Durante las horas previas a su marcha, por la mente del adolescente desfilan los recuerdos del pueblo y de sus vecinos. 

El bucólico retrato maquilla el ambiente opresivo, la falta de oportunidades y el paternalismo religioso que evidencia la película. Una crítica social que, paradójicamente, no descarga su culpa en los personajes. La ternura e inocencia de los protagonistas alcanzan de lleno al espectador, y dejan en éste numerosos episodios imborrables: como el del ejército de beatas persiguiendo las pecaminosas conductas de sus convecinos; las diabluras de los jóvenes del lugar, algunas de las cuales terminan en tragedia; el juego de la cucaña como excusa para ensalzar la masculinidad entre los lugareños; o las sonrisas y lágrimas de la pequeña Mariuca.


Hoy en día podemos disponer de múltiples plataformas donde disfrutar del cine sin movernos del sillón, sin embargo no hay muchas que dediquen un espacio significativo a las películas clásicas y mucho menos si se trata de cine español. Por eso es de agradecer una que se haya especializado precisamente en ese nicho. FlixOlé es una plataforma de vídeo bajo demanda especializada en cine español. Creada en España en 2017, la firma de entretenimiento opera principalmente en el mercado hispanohablante y ofrece un catálogo con más de 4.000 títulos que incluyen series, documentales y cortos, a los que se accede mediante suscripción.


En FlixOlé se puede encontrar buena parte de la filmografía española con trabajos firmados por directores como: Pedro Olea, José Luis Sáenz de Heredia, Pedro Lazaga, Benito Perojo, Jaime de Armiñán, Ladislao Vajda, Juan de Orduña, José María Forqué, Luis Buñuel, Luis García Berlanga, Bigas Luna, Carlos Saura o Mariano Ozores; pero también realizadores actuales, como Julio Medem, Pedro Almodóvar, Iciar Bollaín, Alberto Rodríguez, Imanol Uribe, Álex de la Iglesia, Daniel Sánchez Arévalo, Gonzalo Suárez, José Luis Cuerda, Fernando León, Enrique Urbizu o Alejandro Amenábar, entre otros.

La inclusión de El camino en el catálogo de la plataforma especializada en cine español, donde también están disponibles otros títulos protagonizados por la actriz, permite recuperar del olvido una joya fílmica de nuestro país al tiempo que pone en valor la carrera, menos conocida, de Ana Mariscal como directora.