miércoles, 30 de marzo de 2022
TE LLAMARÉ HOJA, UNA REUNIÓN DE OBRAS DE SOLEDAD SEVILLA SE EXHIBEN EN EL JARDÍN BOTÁNICO
miércoles, 23 de marzo de 2022
LA IMAGEN GRÁFICA COMO LENGUAJE UNIVERSAL Y HERRAMIENTA DE REIVINDICACIÓN SOCIAL
El Museo Reina Sofía acaba de inaugurar la exposición De Posada a Isotype, de Kollwitz a Catlett, que centra su investigación en la evolución del arte gráfico y su papel como herramienta de reivindicación social durante la primera mitad del siglo XX en Alemania y México. Se trata de una técnica que, sin haber gozado de una gran preeminencia en la historiografía tradicional sirvió en esa época como una potente herramienta política para un amplio número de movimientos artísticos internacionales. Como indican los comisarios Benjamin H.D. Buchloh y Michelle Harewood, una de las claves fue que “la imagen gráfica se convirtió en un lenguaje universal” en diferentes contextos.
La muestra reúne más de 450 obras realizadas con distintas técnicas (xilografía, punta seca, linóleo, litografía, entre otras), muchas de ellas procedentes de importantes colecciones privadas e instituciones como The Metropolitan Museum of Art y el MoMA, de Nueva York; The Art Institute de Chicago; la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en Washington; el Centre Pompidou, de Paris, o el Kunstmuseum de la Haya.
Ocupa nueve salas divididas en cuatro grandes secciones. Se inicia con las dos grandes figuras del grabado de finales del siglo XIX y principios del XX que se convirtieron en referentes ineludibles en el desarrollo posterior del arte gráfico: el mexicano José Guadalupe Posada y la alemana Käthe Kollwitz. Ambos ejercieron una enorme influencia en las generaciones posteriores de artistas gráficos políticos de México, Estados Unidos, la Unión Soviética y China.
miércoles, 16 de marzo de 2022
HIPERREAL. EL ARTE DEL TRAMPANTOJO
Bodegón © Samuel Van Hoogstraten
La Tierra © Giuseppe Arcimboldo
La exposición Hiperreal. El arte del trampantojo, que se podrá disfrutar en el Museo Thyssen-Bornemisza entre el 16 de marzo y el 22 de mayo, ha sido comisariada por Mar Borobia y Guillermo Solana y organizada con la colaboración de la Comunidad de Madrid, propone una revisión del género a través de más de un centenar de obras de alta calidad, procedentes de museos y colecciones particulares de todo el mundo, que ponen en evidencia los temas más representativos de la pintura de caballete. El arco cronológico abarca desde el siglo XV hasta el XXI, pero las obras se presentan ordenadas por materias y escenarios, independientemente de su fecha de ejecución, para poder así resaltar la continuidad del género, que se prolonga hasta nuestros días.
La exposición se organiza en los siguientes apartados: Puesta en escena, dedicado al bodegón; Figuras, encuadres y límites, sobre el engaño a través del marco pintado; Huecos para curiosos, representaciones de hornacinas, vanos o armarios con objetos diversos que sorprenden por su ilusionismo; Muros fingidos: tablones y paredes, convertidos en escenarios para exhibir objetos que muestran la pericia del pintor; Desorden perfecto, dedicado a los rincones de artista y a los quodlibet, subgéneros del trampantojo; Llamada a los sentidos, con composiciones cuyo tema principal son las esculturas y las flores; Renovación americana y su estela, dedicado a los renovadores del género en Estados Unidos y a su influencia, y Trampantojo moderno, con piezas que destacan por mostrar la habilidad y la imaginación de sus autores para sorprender, con especial atención a los siglos XX y XXI. La muestra termina con una obra del escultor Isidro Blasco, encargada exprofeso para cerrar el recorrido.
El término trampantojo - trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es - procede del francés trompe l’oeil, publicado por primera vez en un diccionario de Bellas Artes de 1806, aunque ya había sido utilizado como título de una pintura en 1800. Los primeros ejemplos los encontramos en la antigüedad de Grecia y Roma, en mosaicos y pinturas murales, y son muchas las referencias al arte ilusionista y a la capacidad de los artistas de reproducir la naturaleza en la literatura de la época. El más famoso es el episodio narrado por Plinio en el que los pintores Zeuxis y Parrasio participan en una suerte de concurso de habilidades. El realismo de las uvas pintadas por el primero es tal, que incluso los pájaros se acercan para comerlas, mientras que Parrasio presenta una pintura que representa una cortina; Zeuxis le pide que la retire para poder admirar así su obra, pero se da cuenta de que ha caído en el engaño y reconoce la gran habilidad de su oponente.
Este relato se hizo muy popular durante el Renacimiento y fueron muchos los que quisieron emularlo y crear obras que produjeran ese efecto de falsa realidad a través de los más variados recursos y técnicas pictóricas. Junto al hábil uso de la perspectiva, el escorzo o los efectos lumínicos, los pintores introducen todo tipo de juegos visuales, como elementos que se proyectan fuera del cuadro e invaden el espacio del espectador, insectos que parecen posados sobre el lienzo, o materiales y texturas reproducidas con tal detalle que consiguen engañar y fascinar a quien los mira.
El bodegón es el género que más posibilidades ha brindado a los artistas para experimentar el mito de la ilusión, buscando retratar objetos, flores, frutas y otros alimentos de forma tan realista que resulte difícil diferenciar entre verdad y ficción. Sin embargo a mediados del siglo XVII, el trampantojo alcanzó en Holanda la categoría de género independiente con respecto a las naturalezas muertas y sus temas se fueron diversificando. Jugar con los márgenes, límites o marcos de los cuadros es uno de los recursos más utilizados. Un escenario típico del trampantojo es presentar los objetos y alimentos a través de nichos, hornacinas o ventanas. Este marco permite proyectar algunos de esos elementos hacia el exterior, aumentando así la sensación de realidad. Las flores son otro de los motivos más utilizados en los trampantojos, ya sean arreglos en forma de ramos, cestas, floreros o guirnaldas, o como complemento de otros temas.
Tren elevado en Brooklyn (2022), la última pieza de la muestra, es un collage moderno y urbano que combina fotografía, escultura y arquitectura, creado para la ocasión por el artista Isidro Blasco, cierra el recorrido de la exposición devolviendo al espectador a la realidad pues, sin ser propiamente un trampantojo, la obra provoca una reflexión sobre esa dualidad realidad/representación característica del género.
miércoles, 9 de marzo de 2022
TEA ROOMS UNA OBRA SOBRE LA REALIDAD DE LAS MUJERES DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
lunes, 7 de marzo de 2022
UNA HISTORIA DEL ARTE RECIENTE
La Fundación Juan March y DKV presentan una exposición conjunta que podrá visitarse hasta el 9 de julio en el Museu Fundación Juan March de Palma.
Con el título Una historia del arte reciente (1960-2020) II, la Fundación Juan March y DKV Seguros presentan una exposición construida en conjunto a partir de sus respectivas colecciones, que puede verse en el Museu Fundación Juan March de Palma hasta el 9 de julio de 2022 , tras la clausura de un proyecto paralelo en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca en enero de este año.
La muestra es el resultado del trabajo de los equipos de ambas instituciones sobre cada una de las dos colecciones. Tiene la pretensión de proponer una historia del arte reciente que abarque desde la segunda mitad del siglo pasado hasta las dos primeras décadas del siglo XXI. Es una historia de las muchas posibles, que aspira a ser contada con rigor y libertad en los espacios reales de dos museos a partir de dos colecciones distintas, con sus particularidades y su carácter propio. Para ello, el equipo curatorial ha trabajado con las obras de la colección DKV, variadas en formas y prácticas y creadas por artistas que generacionalmente pertenecen al siglo XXI, y con las de la colección de la Fundación Juan March, que se encuentran en “rotación lenta” (la expresión es de Fernando Zóbel) en los dos museos de la institución en Cuenca y Palma, y que son básicamente pinturas y esculturas de las generaciones activas en nuestro país desde los años sesenta hasta finales del siglo XX.
El proyecto no trata simplemente de yuxtaponer obras de varias generaciones de artistas, sino de afinar visualmente con ellas algunas de las historias del arte reciente en nuestro país, con sus conexiones, continuidades, novedades y rupturas, citas serias o irónicas y disparidades históricas y temáticas. La exposición muestra también la evolución que se ha producido en los últimos setenta años desde la pintura y la escultura hasta las prácticas conceptuales, la instalación, la desmaterialización de la obra de arte, la presencia de lo multidisciplinar y el advenimiento y la entrada en el museo de lo audiovisual y lo digital, para volver a la pintura y la escultura.
La exposición es el museo
Una historia del arte reciente (1960-2020) II ocupará la totalidad de los espacios del edificio que en 1990 abrió sus puertas como “Collecció March: Art Espanyol Contemporani”, un museo que ya entonces ofrecía al visitante una amplia visión del arte creado en España, desde las primeras vanguardias hasta finales del siglo XX.
En la muestra, unas ochenta obras de la colección del museo convivirán con cerca de un centenar de obras -pintura, escultura, dibujos, vídeoarte e instalaciones- seleccionadas de entre las más de ochocientas que integran la Colección DKV, iniciada en 2007 y centrada, fundamentalmente, en las prácticas artísticas desde los inicios del nuevo siglo.
Tanto ahora en Palma como previamente en Cuenca, donde ocupó el Museo de Arte Abstracto Español ubicado en las Casas Colgadas, se han incluido obras de Salvador Dalí, Eduardo Chillida, Manolo Millares, Joan Miró, Pablo Palazuelo, Jorge Oteiza, Antonio Saura, Antoni Tàpies, Gustavo Torner, Fernando Zóbel, Elena Alonso, Lucía Bayón, Pablo Capitán del Río, Antonio Fernández Alvira, Karlos Gil, Laura González Cabrera, Cristina Mejías, Guillermo Mora, Tomás Pizá y Belén Rodríguez, entre muchos otros artistas.
jueves, 3 de marzo de 2022
OTRA VIDA, LA OBRA DE ORIOL TARRASON SOBRE LOS JOVENES DE MÁS DE 60