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domingo, 7 de febrero de 2016

“EL GRAN DESFILE DE CARNAVAL”


Llevo más de diez años cubriendo los Carnavales de Madrid, si lo siento me va la marcha, y por eso quizás me sorprende tanto lo que he leído en los periódicos en los últimos días, o lo que han comentado los responsables del Programas de Actividades Culturales del Ayuntamiento.

En primer lugar se ha utilizado como argumento para descentralizar las fiestas “la integración de la población inmigrante”. Pues siento decirles que no era necesario, la población inmigrante de la que hablan ustedes, es decir los distintos colectivos de países como Paraguay, Colombia, República Dominicana, Colombia o Senegal, así como otros colectivos, ya hace mucho tiempo que estaban integrados en el desfile de Carnaval. No hace falta más que tirar un poco de archivo para ver que es así. De hecho, ha habido años en los que la afluencia tanto de colectivos, como de número de integrantes de los mismos era mucho mayor de lo que lo fue ayer en la calle Bravo Murillo.

Carnavalo 2008

Carnaval 2009

Carnaval 2011

Carnaval 2012

Carnaval 2012

Carnaval 2012

Carnaval 2013


Se ha hablado también de  desplazar el interés de los visitantes de otros países, o lo que vulgarmente llamamos turismo, hacía los barrios periféricos  de Madrid, de modo que no se queden sólo en la Gran Vía. Para ello, se ha hecho referencia a otros países y otros carnavales, concretamente al de Notting Hill. Señores, tengo la impresión de que ustedes viajan poco. Notting Hill no necesita de unos carnavales para atraer el turismo, le basta con su propio atractivo o con el del de sobra conocido Portobello Road Market. Pero es que además intentar comparar el Desfile de Notting Hill con lo que vimos ayer sería como para morirse de risa sino fuera en el fondo lastimoso. 

Por otro lado ni siquiera estoy segura de que lo que vimos ayer tarde fuera un desfile de carnaval y si lo era no era un carnaval de Madrid, era un desfile de barrio, del barrio de Tetuán, con todos mis respetos para el barrio. Lo que quiero decir es que no había otros distritos representados, al menos de forma visible, que justificasen el poder llamarlo así, sin embargo había agrupaciones deportivas, protestas vecinales o animalistas, consignas políticas y un gran despliegue del mayor de los colectivos del lugar, el de la República Dominicana quien parecía representar el evento, mientras los demás eran simples invitados,  con una gran bandera desplegada que ocupaba todo lo ancho de la calle y haciendo campaña por sus candidatos a las próximas elecciones de su país. En algunos momentos uno no estaba muy seguro de si estaba en un pasacalles festivo o en una manifestación.




El público, a pesar de lo que hayan comentado los diarios tampoco era tan heterogéneo como otros años, predominaba lógicamente la gente del barrio mientras que en los años anteriores la afluencia llegaba de todos los distritos de Madrid y pueblos de alrededor. 

Y ahora vamos al meollo de la cuestión, y la verdad es que no sé como decirlo sin herir la sensibilidad de la buena gente que participó en el desfile y que pusieron toda su buena voluntad para que aquello saliera bien, pero si tuviera que definir el pasacalles con una sola palabra ésta sin duda sería cutre. Y no soy la única en decirlo, que muchas de las personas que estaban por allí también lo comentaron. Para empezar las carrozas brillaron por su ausencia, no se respetó el tema del carnaval, apenas había algún que otro bufón, en su inmensa mayoría los vestidos de los participantes consistieron en trajes regionales, mayas y plástico, y también anoraks, que hacía fresquito y no era cosa de coger frío. Se eliminó a Don Carnal, yo no conseguí ver la gran tela de araña que supuestamente habría de desplegar el colectivo de la Sierra Norte,a no ser que se tratara se una especie de medusa,  ni tampoco la gran rueda de los Nómadas de Kanbahiota. Si que participaron los zancos galácticos de la Fundación Tchyminigagua, que además nos animaron con su música. 

Y como no todo ha de ser negativo, si debo decir que lo mejor de ayer fue el espíritu de los participantes, que nos alegraron la tarde con su música, sus batucadas y malabarismos, sus danzas y su alegría.








A lo mejor el problemas es que estábamos mal acostumbrados ya que en los últimos años el carnaval de Madrid había alcanzado un alto nivel de calidad, tanto en participación como en puesta en escena. 

Un último apunte, me gustaría dar un tirón de orejas literario a cierta persona del ayuntamiento. Cuando ayer algunos de nosotros nos acercamos a la caseta que tenían allí montada a recoger nuestros pases de prensa, que habíamos solicitado previamente y que se nos había comunicado vía mail que debíamos recoger en el lugar de la celebración del desfile antes del mismo, la persona que estaba allí en representación del área de Cultura, nos los denegó, nos hizo salir del recinto y nos comentó literalmente que su compañero, que no estaba allí, era un mentiroso. Señora, permítame que le diga que eso está muy feo y es poco ético. Las diferencias que tengan entre ustedes se dirimen en casa y de puertas para adentro. 








2 comentarios:

  1. Mejor no lo hubiera podido describir. Yo también estuve con mi amiga (la que suscribe) y después de ir a cubrir muchos Carnavales de Madrid les puedo garantizar que lo de ayer, de llamarse de alguna forma, sería "Carnaval de Barrio". Esto no fue, ni por asomo, nuestro Carnaval. Craso error el llevarlo fuera del Centro de Madrid entre las muchas cosas que comenta anteriormente mi compañera.

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