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miércoles, 29 de marzo de 2023

EL MUSEO DEL PRADO PRESENTA SU GRAN EXPOSICIÓN ANTOLÓGICA SOBRE GUIDO RENI

 


La excepcional consideración de “Divino” ha sido reservada a lo largo de la Historia del Arte a muy pocos artistas. Así se conoció en el mundo antiguo al griego Apeles por maravillar a sus coetáneos y las generaciones sucesivas con sus creaciones llenas de verosimilitud; a Rafael en el Renacimiento por alcanzar en grado supremo la gracia, el encanto y la dulzura con sus pinturas y al boloñés Guido Reni en el Barroco por ser considerado un genio capaz de tocar con su arte la belleza de lo sobrenatural. 

El Museo Nacional del Prado y la Fundación BBVA presentan ahora una exposición, comisariada por David García Cueto, Jefe del Departamento de Pintura Italiana y Francesa hasta 1800 en el Museo Nacional del Prado, que reúne casi un centenar de obras procedentes de 40 entidades culturales de todo el mundo para llamar la atención sobre la decisiva contribución de este maestro boloñés en la configuración del universo estético del barroco europeo.  Lo hace atendiendo a las más recientes aportaciones historiográficas y prestando especial atención a su vínculo con España, perceptible tanto en el coleccionismo de la corona y la aristocracia como en la influencia de sus exitosos modelos iconográficos en artistas fundamentales del llamado Siglo de Oro.  



Esta amplia representación de la obra de Reni será expuesta en estrecho diálogo con una selección de pinturas y esculturas de otros autores que pretenden poner de manifiesto las influencias principales que el maestro recibió en la forja de su personalidad y las que ejerció en otros creadores de su tiempo. Asimismo, una notable selección de dibujos de Reni permitirá valorar la riqueza y belleza de su proceso creativo.  

Habría mucho que escribir sobre cómo el concepto de belleza establecido por Guido tiene sus orígenes en los principios, las prácticas y la recepción de la poesía lírica y la literatura en Italia y cómo el pintor acabo transcendiéndolos, una cuestión a la que se ha prestado poca atención. 



Hay que subrayar también que Reni se formó con Calvaert, maestro flamenco asentado en Bolonia, probablemente durante casi una década, y sus primeras obras están muy influidas por la manera, los diseños y el canon figurativo de su maestro, que practicaba una elegante versión con resonancias nórdicas del manierismo tardío. Guido adquirió con él una rigurosa base en disegno (dibujo y diseño). También adquirió mucha experiencia práctica en la pintura y se especializó en la ejecución de rametti (pequeñas pinturas sobre cobra), en las cuales destacó llegando a inventar algunos diseños que eran luego retocados por el maestro. Esta habilidad le fue muy útil en los inicios de su carrera cuando se trasladó a Roma donde los rametti de Reni pasaron a formar parte de importantes colecciones romanas, sobre todo las de las familias Aldobrandini y Borghese.



Esta iniciativa expositiva que se muestra del 28 de marzo al 9 de julio en las salas A y B del edificio Jerónimos, también pone de manifiesto la renovada vivacidad de los estudios sobre este gran pintor del siglo XVII, cuya fama e influencia se extendió no solo por la Italia de aquel siglo sino también por diversas zonas de Europa –incluida la Península Ibérica–, ofreciendo sus creaciones un canon estético que fascinó a varias generaciones sucesivas de artistas.  La protección de varios prelados y aristócratas, y de forma muy especial la recibida de la familia Barberini -parientes del papa Urbano VIII, quien ejerció su pontificado durante buena parte de la vida de Guido-, impulsó esa proyección internacional de su arte y le permitió recibir importantes encargos para las cortes de Madrid, París y Londres. Las recientes aportaciones historiográficas han permitido arrojar nueva luz sobre el pintor: un mejor conocimiento de su biografía para abordar la relectura científica de su personalidad a través de los diversos contextos históricos y artísticos en los que transcurrió su vida.



Los visitantes de esta exposición, que cuenta con la colaboración del Städel Museum, tendrán la oportunidad de contemplar importantes realizaciones poco vistas fuera de sus localizaciones habituales, como el imponente Triunfo de Job, procedente de la catedral de Nôtre-Dame de París, junto a otras más renombradas, como la Inmaculada Concepción del Metropolitan Museum of Art de Nueva York; la Cleopatra de The Royal Collection de Londres, Dibujo y color  del Musée du Louvre de París; o Salomé con la cabeza de San Juan Bautista y Magdalena penitente de las las Gallerie Nazionale d’Arte Antica di Roma (Palacios Barberini y Corsini).

A estas y otras obras maestras se unen las del propio Museo del Prado, muchas expresamente restauradas para la ocasión como San Sebastián, Hipómenes y Atalanta, Muchacha con una rosa o Virgen de la silla.

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