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martes, 11 de octubre de 2022

PICASSO Y CHANEL JUNTOS EN EL MUSEO THYSSEN BORNEMISZA

 


No es la primera vez que el Museo Thyssen hermana moda y pintura en sus salas, ya en el 2018 presentó una exposición que analizaba la influencia de la moda en la obra de Joaquín Sorolla en la que las pinturas del autor compartían protagonismo con vestidos y complementos de la época. También en 2019 hubo una muestra compartida por estas dos disciplinas, en ella se vinculaba la creación de Cristóbal Balenciaga, el diseñador de moda más admirado e influyente de todos los tiempos, con la tradición de la pintura española entre los siglos XVI y XX.



Lo novedoso pues de esta exposición que se ha inaugurado hoy 11 de octubre y que permanecerá en activo hasta el 15 de enero del 2023 es que en esta ocasión son dos figuras concretas las que se enfrentan cara a cara, dos de los más grandes genios, cada uno en su campo, del pasado siglo. Picasso, indiscutible a la hora de hablar de grandes pintores y Chanel, quien indudablemente transformó el mundo de la moda. 


El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta una exposición que explora la relación de dos grandes creadores del siglo XX. Picasso y Chanel colaboraron profesionalmente en dos ocasiones, ambas con Jean Cocteau: en Antígona (1922) y en el ballet de Serguéi Diághilev El tren azul (Le Train Bleu, 1924). Se habían conocido en la primavera de 1917, seguramente a través del propio Cocteau o de Misia Sert. La diseñadora entabló con ambos una larga y duradera amistad que la introduciría en el círculo del pintor español. A partir de entonces, Chanel frecuentará al matrimonio de Olga y Pablo Picasso, coincidiendo con la activa participación del artista en los Ballets Rusos de Diághilev. La creadora llegó a estar muy relacionada con el mundo artístico e intelectual del París de la época, hasta el punto de afirmar: “son los artistas los que me han enseñado el rigor”. 

Chanel y Picasso fueron estrictamente contemporáneos y los dos tuvieron una enorme capacidad de trabajo, o más bien una necesidad imperiosa de crear hasta el final de sus días renegando, en muchas ocasiones, de los cánones establecidos. 



Gabrielle Chanel, más conocida en el mundo de la alta costura como Coco Chanel, era apenas dos años más joven que Pablo Picasso y frecuentaban los mismos círculos. Personajes como Serge Lifar, Satie, Jacques Lipchitz, Georges Braque, Cocteau, Raymond Radiguet, Misia y Sert, Caryathis, o Blaise Cendrars, formaban parte de la bohemia que les rodeaba y la residencia de la modista en la 29 rue du Faubourg Saint-Honoré se convirtió en un punto de encuentro de la vanguardia. Picasso y Chanel se conocieron en la primavera de 1917, cuando ambos se encontraban en la treintena y ya eran célebres en sus respectivas actividades profesionales. Picasso empezaba a ser uno de los pintores más cotizados de París, mientras que Chanel, tras comenzar su carrera como sombrerera, había triunfado como diseñadora de moda y abierto tiendas en París (1910), Deauville (1912) y Biarritz (1915). Su natural intuición y su insaciable afán de aprender la llevaron a rodearse de músicos, literatos y pintores con los que compartió interminables veladas y de los que en ocasiones se convirtió en mecenas ayudando económicamente a Stravinsky, al poeta Pierre Reverdy o a Jean Cocteau.



La amistad entre el matrimonio formado por Pablo Picasso y Olga Khokhlova con Chanel fue tan firme que en ocasiones cuando él regresaba a París desde su residencia  en Fontainebleau por motivos de trabajo se alojaba en casa de Chanel para no tener que soportar la soledad que le provocaba su apartamento vacio. En agradecimiento Picasso regaló a Chanel un ejemplar del libro firmado con 32 reproducciones de los diseños para el vestuario y decorado del ballet El sombrero de tres picos, de Manuel de Falla, de 1919.



La muestra, comisariada por Paula Luengo,  conservadora y responsable del Área de Exposiciones del museo, reúne una excepcional selección de vestidos, óleos, dibujos y otras piezas procedentes de museos y colecciones americanos y europeos, entre los que destacan por su generosa colaboración Almine y Bernard RuizPicasso, Patrimoine de CHANEL y el Musée national Picasso de París.  



El recorrido por las salas se organiza en cuatro grandes secciones que se suceden en orden cronológico y que abarcan, aproximadamente, las décadas de 1910 y 1920:  

El cubismo y el estilo Chanel presenta la influencia de este movimiento en las creaciones de Chanel ya desde sus primeros e innovadores diseños: el lenguaje formal geométrico, la reducción cromática o la poética cubista del collage se traducen en trajes de líneas rectas y angulosas, en su predilección por las masas de color, por el blanco, el negro y el beige, y en la utilización de tejidos humildes.  


Olga Picasso, el segundo capítulo, está dedicado a los numerosos y bellos retratos que Picasso realizó de su primera mujer, la bailarina rusa Olga Khokhlova, devota clienta de Chanel; junto a ellos, algunos vestidos de este periodo inicial de la diseñadora francesa, de los que se conservan escasos ejemplos.


Antígona, adaptación moderna de la obra de Sófocles realizada por Cocteau y estrenada en París en 1922, con decorados y máscaras de Picasso y vestuario de Chanel que vuelven a reunirse en este capítulo para mostrar su común inspiración en la Grecia clásica.  Destaca en esta sección la vasija prestada por el British Museum de Londres, atribuida al Pintor de Dolón, Antígona ante Creonte, 390-380 a. C.

El tren azul es el título del cuarto apartado y del ballet producido por Diághilev en 1924, con libreto de Cocteau inspirado en el deporte y la moda de baño; Dos mujeres corriendo por la playa (La carrera), un pequeño gouache que Diághilev descubrió en el taller de Picasso, se convirtió en imagen para el telón de la obra, mientras que Chanel, entusiasta deportista, creó trajes para los bailarines inspirados en modelos deportivos diseñados para ella misma y para sus clientes.



La comparación directa entre los diseños de Chanel y la obra de Picasso evidencia admiración contribuyendo ambos a la construcción del paradigma moderno. Chanel creó el ‘uniforme’ de la mujer moderna y dinámica del siglo XX,  igual que Picasso logró formular un nuevo canon de belleza plástica que se convierte en su estilo.


CELEBRACIÓN PICASSO 1973-2023: 50 EXPOSICIONES Y EVENTOS PARA CELEBRAR A PICASSO  

El 8 de abril de 2023 se cumplen cincuenta años del fallecimiento del artista español Pablo Picasso, evento que marcará la celebración de su obra y su herencia artística. Los gobiernos de Francia y de España han acordado trabajar conjuntamente a través de una comisión que reúne a las administraciones culturales y diplomáticas de los dos países.  

La Celebración Picasso 1973-2023 gira en torno a unas cincuenta exposiciones y eventos, organizados por instituciones culturales de Europa y América del Norte, que permitirán abordar un análisis historiográfico de su obra. La conmemoración, acompañada de celebraciones oficiales en Francia y España, servirá para hacer un balance de las investigaciones e interpretaciones en torno a Picasso, especialmente durante un simposio internacional que tendrá lugar en otoño de 2023, coincidiendo con la apertura del Centre d'Études Picasso en París.  

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