Paula Paz une palabra, música y danza en una puesta en escena poética para rescatar del olvido a Carmen Conde, una de las escritoras españolas más importantes del siglo XX y primera mujer con silla propia, la letra K, en la RAE.
El sillón K. Cartas desde el olvido, podrá verse en el Teatro de la Abadía del 14 de febrero al 2 de marzo de 2025.
Esta obra, protagonizada por la actriz Manuela Velasco y la bailarina Estela Merlos, rinde homenaje a Carmen Conde, figura clave de la Generación del 27, y a Katherine Mansfield, destacada escritora neozelandesa. Y lo hace a través de una serie de misivas, cuando en 1935 Carmen Conde comienza una relación epistolar unidireccional con Katherine Mansfield, fallecida doce años atrás. Es decir, son cartas de una persona viva para una persona muerta. La contrapartida viene dada por fragmentos del diario de Katherine Mansfield. El texto incluye también el discurso de entrada a la RAE de Carmen Conde: Poesía ante el tiempo y la inmortalidad.
A través de la obra poética de Carmen Conde y la correspondencia que escribe a la escritora neozelandesa Katherine Mansfield, descubrimos las dudas existenciales de la escritora, la idea de la muerte y las pulsiones suicidas, el gozo extraño de las pequeñas cosas y el misterio absorbente de la creación artística.
Es la segunda vez que Paula Paz visita como dramaturga y directora el Teatro de La Abadía tras su éxito, en la temporada 2022-23, de Cartas vivas, basada en las cartas entre Elena Fortún y Carmen Laforet. Es evidente que la dramaturga siente una gran fascinación por la correspondencia entre escritoras, aunque en el caso de El sillón K, sea solo una quien haga extensivas sobre el papel sus ideas y pensamientos.
Carmen conde fue sin duda una poeta, dramaturga, y ensayista considerada una de las voces más significativas de la generación poética del 27 y era también una persona acostumbrada a escribir epístolas que gustaba de relacionarse con otros escritores. Se sabe por ejemplo que mantuvo una intensa correspondencia con la poeta Ernestina de Champourcín, prácticamente ininterrumpida desde enero de 1928 hasta 1930. A partir de ese año, las cartas se fueron distanciando aunque la mantuvieron hasta los años ochenta.
En 1935, año en que dimitió de su trabajó como Inspectora-Celadora de Estudios del Orfanato de El Pardo, ella y su marido el poeta Antonio Oliver, empezaron a colaborar con periódicos nacionales como El Sol, en el que se publicaron las Cartas a Katherine Mansfield. Su única hija había nacido muerta un par de años antes y el tema empezó a aparecer intermitentemente en su poesía. Posiblemente haya una relación entre ambas cosas, la muerte como nexo de unión y también como una constante. Años más tarde también dedicaría un poema al esposo muerto "Digo palabras porque la muerte es muda" en un tono elegiaco nutrido de recuerdos, dolor y rencor.
El personaje de Carmen Conde está interpretado sobriamente por Manuela Velasco a la que acompaña en escena Estela Merlos, bailarina, y coreógrafa nacida en Barcelona y residente en Londres. Ambas configuran una poética mirada a la obra de la escritora en un minimalista espacio escénico diseñado por Alejandro Andújar. Las acompaña la Voz en off de Elena Sanz.
El miércoles 26 de febrero tras la función habrá un encuentro con el equipo artístico de la obra.
Fotografías © Conchita Meléndez
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