Una mujer irrumpe en el Hollywood Reporter para poner un anuncio: "Madre de tres hijos. Divorciada. Treinta años de experiencia como actriz de cine. Todavía con movilidad y más amable de lo que dicen los rumores. Busca empleo estable en Hollywood”. Quien la recibe no da crédito a sus ojos hasta que ella misma lo confirma: “Sí, soy yo, Bette Davis”.
Esta obra es un homenaje a todas las actrices que después de toda una vida luchando, llegadas a cierta edad, son relegadas a papeles secundarios y, muchas veces, al olvido. Y ella lo sabía mejor que nadie:
“Cometí errores, pero tampoco me lo pusieron fácil. Amé a los hombres, aunque ellos nunca me amaron. No de verdad. Mi padre fue el primero en romperme el corazón. Después vinieron muchos más. De unos, recibí regalos. De otros… palizas. Algunos intentaron chantajearme, echarme de Hollywood, arruinarme. Pero yo nunca tiré la toalla. No. Seguí adelante, gané la partida… y me gané el respeto del público. Al final… fui más lista que todos ellos. Por algo me llaman... LOBA”
Palabras pronunciadas por la actriz Bette Davis y con las que concluye una excelente obra escrita y dirigida por Juan Mairena en la que Mélida Molina da vida a una de las más admiradas y también más odiada actrices de Hollywood.
Bette Davis fue la primera mujer en ser presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Obtuvo el premio de la Academia como Mejor Actriz en dos ocasiones y fue la primera persona en alcanzar diez nominaciones a los Óscar por sus actuaciones. Sin embargo a pesar de sus grandes éxitos su carrera pasó por varios períodos de declive, aunque nunca tiró la toalla. Ahora en la Sala Jardiel Poncela del Teatro Fernán Gómez, se recrea de forma ficticia una parte de su vida en la que se muestra lo difícil que es para una mujer madura conseguir un papel en una producción de Hollywood, aunque daría igual que fuera en cualquier otro lugar. No es la primera vez que nos encontramos en esta dicotomía en la que un hombre maduro resulta interesante para la industria del cine o el teatro mientras que a una mujer de la misma edad se la discrimina o se la margina a personajes muy definidos.
Mélida Molina, Juan Carlos Pérez de la Fuente, Juan Mairena y Jorge Varandela
Con una escenografía sencilla pero efectiva de Juan Sebastián Domínguez, muy bien complementada por la iluminación de Bea Francos, Juan Mairena ha conseguido una estupenda recreación de lo que pudo ser una conversación entre la diva y un periodista del Hollywood Reporter (Lukas Heller), interpretado por Carlos Troya (Actúa el día 8 y del 13 al 26 de octubre) / Jorge Varandela (Actúa del 26 al 12 de octubre, excepto el día 8), que dan replica a Mélida Molina en la piel de Bette Davis, un papel que parece hecho a su medida y en el que por momentos nos hace creer que Ruth Elizabeth «Bette» Davis está realmente sobre el escenario.
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