The Book of Mormon es la comedia musical más divertida del mundo, al menos eso es lo que dice la prensa de Broadway y de Londres, donde la obra se lleva representando des hace más de una década y aún siguen agotando las localidades en cada función.
Trey Parker y Matt Stone, los creadores de la punzante South Park, con Robert López, autor de las canciones de Coco y Frozen, como compositor, son quienes han concebido esta ingeniosa y divertida comedia un tanto irreverente pero que cuenta incluso con la aprobación de los propios dirigentes del culto Mormón, quienes no han dudado en aprovechar el éxito del musical en su propio provecho lanzando slogans y anuncios en los que proclaman: “Si te gustó The Book of Mormon, el libro original siempre es mejor”.
La crítica internacional lo ha calificado como “el musical más atrevido, salvaje y divertido hasta la fecha”.
The Book of Mormon cuenta con adaptación y dirección de David Serrano. La dirección musical es de Joan Miguel Pérez y la coreografía de Iker Carrera. Una banda sonora magistral compuesta por ocho músicos interpreta las canciones en directo y un total de 33 actores sobre el escenario, entre los que destacan Jan Buxaderas como Elder Price, Alejandro Mesa como Elder Cunningham y Nil Carbonell como Elder Mckinley, componen el elenco. La escenografía es de Ricardo Sánchez Cuerda y el diseño de vestuario de Ana Llena. La traducción y adaptación de las canciones corresponden a Alejandro Serrano y David Serrano.
La versión del musical que se estrena en España ha necesitado de un gran esfuerzo por parte de todo el equipo ya que es mucho más difícil traducir un chiste o un vis cómico que pueden no entenderse en una cultura para la que no fue creado originalmente. Aunque se ha mantenido el argumento de la obra las letras de las canciones han sufrido algunas transformaciones para adaptarlas a nuestro lenguaje. La escenografía también ha sufrido cambios. Pero ninguna de estas variaciones ha significado una pérdida de la frescura y la hilaridad de que goza la obra original y seguramente los espectadores disfrutarán y se reirán tanto en las butacas del Teatro Calderón como lo han hecho todos los que ya pasaron por el espectáculo en Londres o en Nueva York.
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