Acabo de terminar de leer la
novela de Sandrine Destombes y voy a aprovechar para empezar una nueva etapa en
el blog, la reseña de libros. Llevaba tiempo con la idea y creo que ésta es una muy buena ocasión, ya
que hacía tiempo que no disfrutaba tanto con un thriller.
El libro que fue publicado en
España en abril de este mismo año, tiene de por sí una historia curiosa ya que
no parte de una publicación convencional. El origen de esta novela, es una
publicación en un concurso de internet en el que los textos se van
presentando capítulo a capítulo por sus autores y los usuarios votan para
decidir sobre qué novela quieren seguir leyendo. Los más votados, presentan un
nuevo capítulo y así se desarrolla hasta que solo queda un texto. Sandrine
Destombes fue la ganadora de dicho concurso.
Verano de 1989
En Piolenc, un tranquilo pueblo
del sur de Francia, desaparecen Solène y Raphaël Lessage, dos hermanos mellizos.
Casi tres meses después se encuentra el cadáver de la niña, vestida de blanco y
con una corona de flores. Pese a todos los esfuerzos, al cabo de unos años el
caso se cerrará en falso, sin rastro del hermano y con la familia vencida ante
la tragedia.
Verano de 2018
Están desapareciendo niños de
nuevo, en el mismo pueblo, y un clima insano se ha instalado entre los vecinos.
El pánico crece y viejas sospechas renacen cuando empiezan a llegar mensajes
enigmáticos en nombre de Solène y Raphaël.
Un policía joven y uno retirado
Si hay alguna esperanza de
encontrar a los niños con vida, hay que descubrir de una vez qué les pasó a los
mellizos treinta años atrás.
Esa sería la sinopsis que se ha
publicado en todas las páginas de las librerías, además de una serie de
comentarios de críticos y escritores que la califican como un thriller en
estado puro, pero la novela envuelve mucho más. La autora ha dotado a sus
personajes de una complicada trama psicológica que en algunos momentos puede
parecer difícil de comprender e incluso molesta para algunas personas
sensibles, pero que sin embargo ayudan a crear el climax que en todo momento
acompaña al lector. Cada capítulo concluye con un giro inesperado que te empuja
a seguir leyendo, a querer saber un poco más de todos y cada uno de los
personajes. Del padre de los mellizos, un hombre que a pesar de haber
transcurrido 30 años se niega a perder la esperanza de que el pequeño Raphaël
siga vivo; de Jean Wimez, el policía que llevo el caso cuando los niños
desaparecieron y que al igual que Victor Lessage nunca ha dejado de investigar,
del capitán Fabregas, que sustituyó a su mentor Wimez cuando este se jubiló, y
que debe de recurrir a él para que le ayude con la nuevas desapariciones de
niños que tantas similitudes guardan con la ocurrida hace treinta años.
Todos pueden ser culpables o quizás
solamente todos tienen algo que ocultar, el ritmo del libro, el desarrollo de
la trama llena de cambios bruscos, giros inesperados, secretos ocultos, muertes,
y sospechosos multiples, mantienen al lector en crescendo en todo momento. No
hay capítulos de relleno, todos y cada uno de ellos son imprescindibles y
además tiene la ventaja de que toda la historia se cuenta en sólo 336 páginas. ¡Bien!,
¿No estáis hartos de leer libros de 800 páginas cuya historia podría ser
narrada en menos de la mitad?
Si lo lees y te apetece, me
encantaría que me dejarás tu opinión. Eso sí no des pistas, deja que cada uno
descubra los hechos por sí mismo.
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