CÍRCULO DE BELLAS ARTES
SALA GOYA
C/ Alcalá, 42 MADRID
Del 10 de Octubre de 2017 al 21 de Enero de 2018
Decía Gianfranco Angelucci esta
mañana durante la presentación de la muestra “Fellini, Sueño y diseño” en el
Círculo de Bellas Artes, que cuando daba clase a sus alumnos en la Escuela de
Bellas Artes RUFA de Roma y les preguntaba cuántos de ellos sabían quién era Federico Fellini,
nadie levantaba la mano, pero que tras enseñarles alguna de sus películas todos
quedaban impresionados por el trabajo de ese hombre, que sin duda es uno de los
directores más importantes de toda la historia del cine.
Fellini, que en realidad hubiera
querido ser pintor, acostumbraba a dejar pinceladas de luz en sus películas, a
la vez que dibujaba con irónica mirada a sus personajes. Sus dibujos no eran
caricaturas, sino la forma en que él veía la personalidad de aquellos a quienes
retrataba.
La exposición que podrá visitarse
hasta el 21 de enero en la Sala Goya del CBA nos conduce al centro de la
creatividad de Federico Fellini, permitiéndonos entender mejor su poética y su
modus operandi. El punto de partida son tres cortometrajes que el cineasta
dirigió para la agencia publicitaria Saatchi & Saatchi. Los tres anuncios,
algo inusitado en él que incluso había puesto una queja solicitando que se
suprimiera la publicidad durante las proyecciones cinematográficas, eran para
una entidad bancaria, Banca de Roma. Los spots eran inusuales también por su
duración, intérpretes y sobre todo por la inspiración, ya que provenían de su Libro de Sueños, un cuaderno donde
Fellini anotaba y dibujaba desde hacía décadas lo que soñaba cada noche.
En estas microhistorias Fellini
presentaba tres situaciones de pánico, tres pesadillas que compartían un sentimiento
de culpa por aventuras clandestinas extramatrimoniales y lo hacía con un estilo
histriónico y oprimente, con un tono impúdico, de desenvuelta intimidad, como
casi todas sus anécdotas narrativas. Para el reparto el cineasta eligió a una
jovencísima Anna Falchi, al inigualable Paolo Villaggio como protagonista
neurótico y a Fernando Rey encarnando a un psicoanalista que hablaba y gesticulaba
igual que él a la vez que aconsejaba, con voz seductora, ponerse en manos de la
prestigiosa entidad de crédito para librarse de las pesadillas y dormir a
pierna suelta.
La exposición, comisariada por
Gianfranco Angelucci, está dedicada a estas miniaturas cinematográficas,
tituladas Il déjeuner sur l’herbe, El
derrumbe del túnel y El león en el sótano. La muestra incluye también una
selección de imágenes de entre las miles realizadas por el fotógrafo de escena
Mimmo Cattarinich, bocetos preparatorios que Fellini puso a disposición del
escenógrafo Antonello Geleng, e incluso dibujos originales que el director
arrancó del Libro de los Sueños para
utilizarlos como inspiración.
La muestra se acompaña de un
volumen que contiene las últimas imágenes que rodó Fellini, sus últimos sueños,
ya que en Otoño de 1993 el cineasta se despedía para no volver a pisar un set
de rodaje.
La muestra se inaugura junto con
la nueva temporada de Jazz Círculo (con el patrocinio de Ballantine’s) que en
su primer concierto, esta noche a las 10:00 y con las entradas prácticamente
agotadas, se suma a la celebración felliniana.
Creado a propósito de la muestra,
bajo el nombre de Fellini Quartet se han unido cuatro virtuosos músicos del
jazz: el contrabajista Pablo Martín Caminero, el armonicista Antonio Serrano,
el saxofonista Andreas Prittwitz y el pianista Federico Lechner.
Con este proyecto homenajearán a
Nino Rota, compositor de buena parte de la filmografía de Fellini, construyendo
un repertorio original a partir de las bandas sonoras de cintas como Otto e mezzo, Amarcord, La dolce Vita, o La
Strada, junto con una composición original de Federico Lechner titulada Blues para Fellini.
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