Tras el éxito de Las aves, regresa al Centro Dramático Nacional La Calòrica que presenta su nuevo montaje, ‘Le Congrès ne marche pas’, entre el 2 y el 20 de octubre, en el Teatro Valle-Inclán, en Madrid. Esta compañía catalana se define por abordar con humor las problemáticas más serias y donde todos los lenguajes que intervienen en el hecho teatral están tratados con la misma profundidad. Con texto de Joan Yago y dirección de Israel Solà, esta comedia en clave política, con un elenco de nueve intérpretes, recrea la frívola fiesta en que acabó convirtiéndose el Congreso de Viena. Tras la derrota de Napoleón y el fracasado final del período revolucionario, se celebró este encuentro, entre 1814 y 1815, auspiciado por las cuatro grandes potencias del Antiguo Régimen: Austria, Rusia, Inglaterra y Prusia.
En palabras de La Calòrica, «el Congreso de Viena nos parece divertidísimo porque estaba previsto que durara una o dos semanas, y acabó durando nueve meses. Estaba previsto que se tomaran una serie de decisiones estratégicas e importantes, pero finalmente no se trabajó en absoluto. Los gobernantes destinados allí se pasaron nueve meses de fiesta, bebiendo, bailando, teniendo amoríos y comiendo».
Una situación que se agrava por el hecho, como resalta la compañía, de que «estaba previsto que asistieran los representantes de cuatro naciones, no obstante, llegaron los representantes de cientos de naciones llegados de todo el mundo. Esto llevó a la ciudad de Viena a una especie de colapso, porque los carruajes, los palacios, los desfiles colapsaban las calles y se acabó la comida en los mercados. Todo esto tiene algo de lujo cutre, de poder con una pátina de elegancia, pero por debajo no esconde más que miseria humana. De entrada, nos parecía un terreno fértil para que la comedia política de La Calòrica sembrara allí sus semillas».
Tras el trasfondo del ocaso político de las monarquías absolutas del Antiguo Régimen, La Calòrica reflexiona sobre el fin del capitalismo que, desde su punto de vista, estamos viviendo en la actualidad.
Por ello, aseguran: «Además de divertido, nos pareció una muy bonita metáfora del momento político que estamos viviendo en el presente. Este sistema neoliberal alérgico a la vida en el que vivimos ha llegado a un punto en el que se enfrenta a un evidente colapso en todos los órdenes. Aun así, seguimos cantando las glorias del capitalismo que seguimos presentando como el único sistema posible y el orden natural de las cosas. A veces sin darse cuenta, mientras se celebra a sí mismo y canta sus glorias, el capitalismo como tal también es un fracaso».
Una de las principales novedades de este montaje es que el espectáculo se representa en los idiomas de las potencias participantes en el Congreso de Viena: francés, alemán, inglés, ruso o español, en un intento por reflejar la que es considerada como nuestra primera cumbre internacional. Nueve intérpretes son los encargados de llevar a las tablas el Congreso: Roser Batalla, Joan Esteve, Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López, Tamara Ndong, Marc Rius, Carles Roig y Júlia Truyol.
Completan el equipo artístico de Le congrès ne marche pas: Vanessa Segura (voz en off), Corentine Sauvetre (voz en off francesa), Bibiana Puigdefàbregas (espacio escénico), Rodrigo Ortega Portillo (iluminación), Albert Pascual (vestuario), Guillem Rodríguez y David Solans (espacio sonoro), Anna Madaula (caracterización), Vero Cendoya (coreografía y movimiento), Julia Calzada (traducción y asesoría fonética en francés e inglés), Gerard Adrover y Yulia Karaganova (traducción y asesoría fonética en ruso) y Laia Santanach (Asesoría de canto coral).
Le congrès ne marche pas podrá verse, a partir del 2 y hasta el 20 de octubre, en el Teatro Valle-Inclán, del Centro Dramático Nacional, en Madrid.
Fotografías: © Silvia Poch
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