Henryk Dąbrowski y la Colección
Lázaro presenta en la sala 6 y la sala de Arte Invitado del Museo Lázaro
Galdiano, desde el 11 de julio y hasta el 9 de septiembre, dos visiones de la majestuosidad de Roma: la del artista, arquitecto y profesor
Henyk Dąbrowski (Varsovia, 1927
- 2006) y la
del coleccionista José Lázaro.
La muestra, comisariada por Carmen Espinosa, conservadora-jefe del Museo
Lázaro Galdiano, ha sido organizada por el Instituto Polaco de Cultura y el
Museo Lázaro Galdiano en colaboración con la Embajada de la República de
Polonia ante el Reino de España.
El arquitecto Henryk Dąbrowski,
profesor de la Universidad Tecnológica de Varsovia, destacó como
dibujante, faceta con la
que se presentó en numerosas
exposiciones individuales y colectivas durante la segunda mitad del
siglo XX en Varsovia, Roma, Londres, París, Viena, Berlín o Moscú. Su obra
nunca se ha visto en España y de su extensa producción, de más de un millar de
dibujos, se han seleccionado para esta
muestra once vistas de Roma: ocho pertenecen a coleccionistas madrileños que
coincidieron con el arquitecto en la ciudad eterna y tres proceden de la
colección del arquitecto que gestiona su sobrino, Jacek Filochowski, en
Varsovia. “Dąbrowski viajó por Francia, Bulgaria, Escocia, Austria, Rusia, pero
quedó seducido por la belleza de Italia. Durante su estancia, entre 1963 y 1967,
visitó Venecia, Padua, Mantua, Verona, Milán, Turín, Bolonia, Florencia,
Perugia… y Roma, dejándonos dibujos de sus monumentos y rincones más
emblemáticos” declara la comisaria.
Sus dibujos –normalmente de gran
tamaño, realizados a lápiz, carboncillo o tinta con toques de tiza aguada–
presentan un dominio absoluto de la perspectiva lineal y aérea, así como un
manejo espectacular de la tinta china. Destacan por su monumentalidad, por la
precisión de la línea, por el juego de luces y sombras y por una atmósfera
envolvente que ha llevado a los estudiosos de su obra a denominarle el
“Piranesi polaco”.
En algunas ocasiones, Dąbrowski
reproduce fielmente los detalles arquitectónicos –ya sea de la Piazza Navona,
la fachada de Santa Agnese o la Piazza di Spagna–; otras veces prefiere sintetizarlos
o dejarlos inacabados. Como técnico y buen conocedor de la historia de la
arquitectura, incorpora elementos no construidos que figuraban en los proyectos
originales – es el caso de la columnata que, según el diseño de Bramante, debía
rodear al Templete de San Pietro in Montorio–. Apasionado de la naturaleza
desde su infancia, Dąbrowski dibujó con maestría los árboles, como podemos
apreciar en el imponente cedro del Líbano junto a la iglesia de San Giovanni in
Porta Latina.
Años antes del viaje de Dąbrowski
a Italia, las plazas, los puentes y monumentos que vemos en sus magníficos
dibujos fueron recorridos, cruzados y admirados por el editor y coleccionista
José Lázaro (Beire, Navarra, 1862 - Madrid, 1947). A Roma acudió con
frecuencia, visitó sus museos y colecciones, admiró la antigüedad clásica,
compró libros y obras de arte, y fue la ciudad elegida para su boda con Paula Florido
el 19 de marzo de 1903. En su colección, encontramos cerca de doscientas
piezas que nos hablan
de Roma; de
ellas se ha
seleccionado un pequeño conjunto relacionado temáticamente con los
dibujos del arquitecto polaco, entre las que destacan, la Medalla conmemorativa
de Pío VII realizada por Giussepe Bianchi con una vista de la Plaza del Popolo
en su reverso fundida en1823 el Arco de
Septimio Severo magnífico aguafuerte realizado por Piranesi en 1759, dibujos
–entre ellos varios de Valentín Carderera, como la Via Appia (1823-1830)–, la
aguada de la Plaza de Colonna del siglo
XVIII o La città di Roma de Dominique
Magnan editada en 1779.
La exposición se ubica en dos
espacios del Museo Lázaro Galdiano. En la sala 6, se exponen las piezas de la
Colección Lázaro junto con cinco obras de Dąbrowski –Columnas del Templo de
Apolo y Teatro Marcelo, dos dibujos del Templete de San Pedro en Montorio, la
Iglesia de San Juan en Puerta Latina y la Villa Vaini, conocida como Palacio de
Montorio, residencia del embajador de España–en las que el visitante podrá
apreciar esas dos visiones de Roma, la del coleccionista y la del artista. Por
otra parte, la sala de Arte Invitado, ubicada en la primera planta del Museo,
se ha reservado para dibujos de Dąbrowski, que ofrecen otras vistas de la
capital italiana, ciudad que ha cautivado a tantos artistas a lo largo de la
Historia. La comisaria ha querido mostrar también la faceta personal del
artista y del coleccionista mostrando varias cartas enviadas por Dąbrowski a su
mujer desde Roma donde figura el itinerario de sus viajes, los hoteles donde se
hospedó y que incluyen espontáneos dibujos, junto con alguna de la
correspondencia que José Lázaro recibió en la capital italiana.
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