MUSEO
THYSSEN-BORNEMISZA
Ubicación:
Balcón-mirador (1ª planta) y salas 8, 9, 10 y 33 de la Colección permanente
Del 15 de
febrero al 22 de abril de 2018
El Museo Thyssen presenta Paloma Navares. Del jardín de la memoria,
una exposición que propone una relectura desde la perspectiva de género de la
figura de Eva, motivo iconográfico clásico en la historia del arte. A pesar de sus
diversas personificaciones, de las sucesivas autorías y de los variados estilos
con los que se ha representado a lo largo de la historia, Eva es “siempre la
misma”, como afirma la artista Paloma Navares, y se mantiene como un pilar
fundamental para la consolidación del estereotipo femenino en la cultura visual
occidental.
Comisariada por Rocío de la Villa, profesora de Estética y Teoría del
Arte de la Universidad Autónoma de Madrid,
la exposición parte
de algunas obras
de la Colección
Thyssen- Bornemisza para presentar una selección de piezas realizadas
por Paloma Navares (Burgos,1947) durante el estudio que llevó a cabo sobre la
representación de la mujer en destacados cuadros de los principales museos, a
las que se añaden otras realizadas expresamente para esta muestra.
Ya en 1987, año en el que comenzaba a difundirse en España la historia
del arte desde la perspectiva de género gracias a la Introducción de la Tesis
doctoral de la historiadora Estrella de Diego, titulada La mujer y la pintura
en el siglo XIX español, Navares inició una serie de obras en torno a la
representación femenina.
Más tarde, la figura de Eva se multiplica y se fragmenta en las obras
de la artista, abundando en la crítica a su cosificación, como en la
instalación En el umbral del sueño (1993), incluida en esta exposición, que
reproduce un fragmento de La ninfa de la fuente (hacia 1530-1534), de Lucas
Cranach el Viejo, perteneciente a la colección permanente del Museo, y que se
corresponde con la parte del vientre.
En la muestra se exhiben también piezas de la serie Corazón ardiente
(1994-1996-1999), que incluye otras “evas” y “venus” personificadas en retratos
de la colección,
como Santa Catalina de Alejandría (1598-1599) de Caravaggio, el Retrato
de una mujer joven llamada ‘La Bella’ (1518-1520) de Palma el Viejo y Venus y
Cupido (hacia 1606-1611) de Rubens.
La instalación se completa con una vitrina con objetos de la serie
Fragmentos del jardín de la memoria (1988-2017), como una lupa sobre una postal
de La ninfa de la fuente, una Eva Iluminada a partir de El baño de Diana (La
Fuente) (hacia 1869-1870), de Corot, y un objeto “cascada” con reproducciones
de varias evas, entre las que también se encuentran otras figuras presentes en
obras de la colección permanente.
La exposición se extiende desde el balcón-mirador de la 1ª planta
hacia otras salas del Museo con intervenciones de la artista en la que sus
piezas dialogan con algunos cuadros de la colección, como
Adán y Eva
(c. 1507-1508), de Jan
de Gossaert, y
Bailarina basculando (Bailarina
verde) (1877-1879), de Edgar Degas.
La muestra incluye la proyección de dos audiovisuales: “El taller de
los sentidos” (reportaje del programa Creadores de TVE, 2010) e “Iluminaciones”
(reportaje del programa Metrópolis de RTVE, 2017), donde la propia Navares
explica sucesivas etapas en su proceso creativo.
Paloma Navares
Paloma Navares es una artista multidisciplinar, creadora de un
lenguaje plástico propio que se caracteriza por el uso de las nuevas
tecnologías, la utilización del espacio, la luz y la integración de diversas
técnicas. Sus primeros trabajos audiovisuales están ligados
a la performance y
la danza. Desde sus inicios, en
1979, ha realizado más de un centenar de exposiciones en todo el mundo y
participado en ferias y bienales. Junto a su actividad artística desarrolla una
labor de formación, promoción y dirección de eventos artísticos de carácter
internacional.
Su obra se encuentra en museos, instituciones y colecciones públicas y
privadas y se clasifica por etapas y series, respondiendo a diversos procesos
de investigación en los que indaga temáticas sociales y profundiza en el mundo
de la mujer, sus ritos, costumbres y tradiciones. El lenguaje plástico de
Paloma Navares está construido desde la idea de hibridez y sustentado, desde
sus inicios, en la práctica interdisciplinar, el ensamblaje de técnicas y
soportes y la utilización de materiales industriales, de manera que fotografía,
vídeo, sonido y luz se unen en sus instalaciones, esculturas, objetos o
collages.
Gracias a estas series, fue reconocida en Europa durante la década de
1990 como la artista más significativa de arte feminista en España, presentando
exposiciones individuales en el Museum
Moderner Kunst Stiftung
Ludwig de Viena,
Austria (1992), en
el Overbeck- Gesellschaft de
Lübeck, Alemania (1996), y en la Residenzgalerie de Salzburgo, Austria (1999).
También se reunieron en una importante exposición en la Fundación Arte y
Tecnología de Telefónica, en Madrid, en 1996.
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