Llevo más de diez años
cubriendo los Carnavales de Madrid, si lo siento me va la marcha, y por eso
quizás me sorprende tanto lo que he leído en los periódicos en los últimos
días, o lo que han comentado los responsables del Programas de Actividades
Culturales del Ayuntamiento.
En primer lugar se ha
utilizado como argumento para descentralizar las fiestas “la integración de la
población inmigrante”. Pues siento decirles que no era necesario, la población
inmigrante de la que hablan ustedes, es decir los distintos colectivos de
países como Paraguay, Colombia, República Dominicana, Colombia o Senegal, así
como otros colectivos, ya hace mucho tiempo que estaban integrados en el
desfile de Carnaval. No hace falta más que tirar un poco de archivo para ver
que es así. De hecho, ha habido años en los que la afluencia tanto de
colectivos, como de número de integrantes de los mismos era mucho mayor de lo
que lo fue ayer en la calle Bravo Murillo.
Carnavalo 2008
Carnaval 2009
Carnaval 2011
Carnaval 2012
Carnaval 2012
Carnaval 2012
Carnaval 2013
Se ha hablado también de desplazar el interés de los visitantes de
otros países, o lo que vulgarmente llamamos turismo, hacía los barrios periféricos
de Madrid, de modo que no se queden sólo
en la Gran Vía. Para ello, se ha hecho referencia a otros países y otros
carnavales, concretamente al de Notting Hill. Señores, tengo la impresión de
que ustedes viajan poco. Notting Hill no necesita de unos carnavales para
atraer el turismo, le basta con su propio atractivo o con el del de sobra conocido
Portobello Road Market. Pero es que además intentar comparar el Desfile de Notting
Hill con lo que vimos ayer sería como para morirse de risa sino fuera en el
fondo lastimoso.
Por otro lado ni
siquiera estoy segura de que lo que vimos ayer tarde fuera un desfile de
carnaval y si lo era no era un carnaval de Madrid, era un desfile de barrio, del
barrio de Tetuán, con todos mis respetos para el barrio. Lo que quiero decir es
que no había otros distritos representados, al menos de forma visible, que
justificasen el poder llamarlo así, sin embargo había agrupaciones deportivas,
protestas vecinales o animalistas, consignas políticas y un gran despliegue del
mayor de los colectivos del lugar, el de la República Dominicana quien parecía
representar el evento, mientras los demás eran simples invitados, con una gran bandera desplegada que ocupaba
todo lo ancho de la calle y haciendo campaña por sus candidatos a las próximas
elecciones de su país. En algunos momentos uno no estaba muy seguro de si
estaba en un pasacalles festivo o en una manifestación.
El público, a pesar de lo
que hayan comentado los diarios tampoco era tan heterogéneo como otros años,
predominaba lógicamente la gente del barrio mientras que en los años anteriores
la afluencia llegaba de todos los distritos de Madrid y pueblos de alrededor.
Y ahora vamos al meollo de
la cuestión, y la verdad es que no sé como decirlo sin herir la sensibilidad de
la buena gente que participó en el desfile y que pusieron toda su buena
voluntad para que aquello saliera bien, pero si tuviera que definir el
pasacalles con una sola palabra ésta sin duda sería cutre. Y no soy la única en
decirlo, que muchas de las personas que estaban por allí también lo comentaron.
Para empezar las carrozas brillaron por su ausencia, no se respetó el tema del
carnaval, apenas había algún que otro bufón, en su inmensa mayoría los vestidos
de los participantes consistieron en trajes regionales, mayas y plástico, y también
anoraks, que hacía fresquito y no era cosa de coger frío. Se eliminó a Don
Carnal, yo no conseguí ver la gran tela de araña que supuestamente habría de
desplegar el colectivo de la Sierra Norte,a no ser que se tratara se una
especie de medusa, ni tampoco la gran
rueda de los Nómadas de Kanbahiota. Si que participaron los zancos galácticos
de la Fundación Tchyminigagua, que además nos animaron con su música.
Y como no todo ha de ser
negativo, si debo decir que lo mejor de ayer fue el espíritu de los
participantes, que nos alegraron la tarde con su música, sus batucadas y
malabarismos, sus danzas y su alegría.
A lo mejor el problemas es
que estábamos mal acostumbrados ya que en los últimos años el carnaval de
Madrid había alcanzado un alto nivel de calidad, tanto en participación como en
puesta en escena.
Un último apunte, me
gustaría dar un tirón de orejas literario a cierta persona del ayuntamiento.
Cuando ayer algunos de nosotros nos acercamos a la caseta que tenían allí
montada a recoger nuestros pases de prensa, que habíamos solicitado previamente
y que se nos había comunicado vía mail que debíamos recoger en el lugar de la
celebración del desfile antes del mismo, la persona que estaba allí en
representación del área de Cultura, nos los denegó, nos hizo salir del recinto
y nos comentó literalmente que su compañero, que no estaba allí, era un
mentiroso. Señora, permítame que le diga que eso está muy feo y es poco ético.
Las diferencias que tengan entre ustedes se dirimen en casa y de puertas para
adentro.
Mejor no lo hubiera podido describir. Yo también estuve con mi amiga (la que suscribe) y después de ir a cubrir muchos Carnavales de Madrid les puedo garantizar que lo de ayer, de llamarse de alguna forma, sería "Carnaval de Barrio". Esto no fue, ni por asomo, nuestro Carnaval. Craso error el llevarlo fuera del Centro de Madrid entre las muchas cosas que comenta anteriormente mi compañera.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar