Paseo de Recoletos, 23
MADRID
La exposición Sorolla y Estados Unidos, que hoy se ha
presentado a la prensa en la Fundación Mapfre y que estará abierta al público
desde el 26 de Septiembre del 2014 hasta el 11 de Enero del 2015, se empezó a
gestar hace más de tres años cuando el director del Meadows Museum de Dallas,
Mark A. Roglán, le propone a Blanca Pons-Sorolla, bisnieta del artista y
miembro del Patronato del Museo Sorolla de Madrid, comisariar una exposición
sobre los trabajos realizados por el pintor y que guardan una relación directa
con el continente americano, bien porque fueron realizados allí, bien porque
fueron adquiridos por ciudadanos americanos.
La muestra, organizada por
el Museo Meadows (Dallas), el Museo de Arte de San Diego y la Fundación Mapfre,
con la contribución de la Hispanic Society of América, y el apoyo de The Meadows Foundation, y que en su etapa
americana ha sido visitada por miles de personas de 26 estados diferentes, reúne
por primera vez las obras de Sorolla procedentes de importantes instituciones
americanas, entre las que destacan la Hispanic Society of America, el Art
Institute of Chicago, El Museum of Fine Arts de Boston y el Metropolitan Museum
of Art de Nueva York, así como de coleccionistas privados estadounidenses,
algunas de las cuales han sido localizadas gracias a las investigaciones
realizadas para este proyecto. También se incluyen obras del Museo Sorolla de
Madrid.
Detalle del retrato de la reina Doña Victoria Eugenia de Battenberg con manto de armiño
Dibujo realizaod en el Saboy
La exposición de la Fundación Mapfre se estructura en un recorrido que empieza con las obras que Sorolla vende a Estados Unidos antes de su viaje al continente americano, de las cuales la más importante sería “Triste herencia”, luego se dedica una espacio a los dos coleccionistas más importantes de la obra del artista, Ryan y Huntington, el primero de los cuales adquirió al menos 20 obras del artista, entre ellas "Baile en el Café Novedades de Sevilla". Después hay un recorrido por una serie de retratos realizados en su mayor parte por encargo en los Estados Unidos y entre los que se encuentra “Mrs. William H. Gratwich” o el de “Emily Perkins”, además de los realizados a su propia familia.
Hay también una pequeña sala dedicada a los dibujos que Sorolla realiza sobre el reverso de los menús de los restaurantes en los que solía comer cuando estaba en Nueva York y otra con las obras pintadas desde las ventanas de las habitaciones de hotel en las que se alojó, principalmente el hotel Savoy, y que son escenas urbanas claramente reconocibles como Central Park e incluso el maratón de 1911. Por último hay una sala en la que se encuentran los jardines, uno de los temas preferidos de los americanos, en los que el autor desarrolla una poética de silencio y de intimidad de sorprendentes concomitancias con la sensibilidad simbolista de su tiempo y otra con los grandes cuadros de playa que enamoraron a sus clientes estadounidenses y en los que Sorolla centró sus investigaciones lumínicas y cromáticas.
Según palabras de Mark
Roglán, los americanos tienen en tan alto aprecio la obra del artista que es
difícil hoy en día ir a un museo de Estados Unidos y no encontrar en él alguna
obra de Sorolla.
Clotilde con traje Negro, 1906
María en la Granja, 1907
Baile en el Café Novedades de Sevilla, 1914
Bajo el toldo, Zarauz, 1910
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