A sus 70 años, Bibiana Fernández, una de las figuras más emblemáticas de la cultura española, vuelve al teatro para protagonizar La Señora, que permanecerá hasta el 4 de agosto en la cartelera del Teatro Pavón. La obra del actor, director y guionista Pablo Quijano es un alegato a favor de la ficción como el mejor aliciente para soportar la realidad.
La obra, un alegato a favor de la ficción como herramienta para enfrentar la realidad, narra la historia de una actriz retirada que sus hijos, aspirantes a directores, intentan convencer para que regrese a los escenarios. La protagonista, marcada por una obra nunca representada, "Las criadas" de Jean Genet, vive con el peso de la censura que frustró su estreno en los años 70, sintiendo que esa prohibición truncó su carrera artística.
Este montaje no solo es un homenaje al teatro, sino también una reflexión sobre las oportunidades perdidas y la búsqueda de redención. Quijano se inspira en el histórico montaje de "Las criadas" de 1969, dirigido por Víctor García y protagonizado por Nuria Espert, que casi no se estrenó debido a la censura. La astucia de los censores de la época permitió que la obra viera la luz, un detalle histórico que Quijano evoca en "La Señora".
En el escenario, Bibiana Fernández comparte créditos con los jóvenes actores Xoán Fórneas y César Vicente, quienes aportan frescura y dinamismo al montaje. La iluminación corre a cargo de Ernesto Caballero, otro nombre destacado del teatro español, que ha trabajado junto a Quijano en diversas producciones.
Pablo Quijano, nacido en Palencia en 1996, demuestra una notable versatilidad como actor, director y guionista. Formado bajo la tutela de Ernesto Caballero y Juan Mayorga, Quijano ha explorado los límites entre el cine y el teatro con obras como "Los hijos de" y "La gaviota o los hijos de", y ha fundado su propia compañía de teatro, Los hijos de.
"La Señora" es una obra que refleja la complejidad de las relaciones familiares y los secretos guardados a lo largo del tiempo. A través de una trama llena de giros y revelaciones, la pieza se convierte en un espejo de doble cara, donde los personajes buscan redimirse de sus fracasos y enfrentarse a su pasado. Por un lado está el momento actual en el que viven los personajes que pretenden llevar a cabo una representación para intentar superar el fracaso en el que están sumidos y por otro el juego que ellos llaman “la ceremonia”, y que encierra una sórdida historia que se reproduce una y otra vez desde que los hijos de la actriz eran apenas unos niños. Bibiana Fernández, con su interpretación digna y conmovedora, junto a Fórneas y Vicente, ofrece una experiencia teatral profunda e interesante.
Fotografías: © C. Meléndez
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