El Teatro de la Zarzuela recupera 270 años después de su última representación en 1753 la zarzuela barroca Donde hay violencia, no hay culpa, con música de José de Nebra y libreto de Nicolás González Martínez, y lo hará bajo el título de La violación de Lucrecia, en versión libre escrita por Rosa Montero y dirigida por Rafael R. Villalobos. La dirección musical es de Alberto Miguélez Rouco.
La representación teatral corre a cargo de Borja Luna y Manuela Velasco en los papeles de Sexto y el espíritu de Lucrecia respectivamente, mientras que la parte lírica goza de un reparto especialmente escogido para abordar con absoluta solvencia y brío este tipo de partitura, y para afrontar la sobrecogedora puesta en escena de la leyenda de Lucrecia. Lo componen cuatro cantantes: María Hinojosa Montenegro (Lucrecia), Carol García (Colatino), Marina Monzó (Tulia) y Judit Subirana (Laureta)
La representación tendrá lugar a partir del 25 de marzo y hasta el 1 de abril.
Estrenada en 1744, la historia narra las circunstancias y consecuencias de la violación de la virtuosa mujer romana Lucrecia por Sexto Tarquino, hijo del rey Lucio Tarquinio el Soberbio, y de su posterior suicidio para evitar el deshonor de su esposo Colatino. En estos hechos se basa la caída de la monarquía y el mito fundacional de la República Romana, tal como lo transmitió Livio. Estos días el público asistirá en el Teatro de la Zarzuela a una relectura de esta leyenda del siglo primero antes de la era cristiana. Ahora, al igual que hace tres siglos en Madrid o hace veinticinco siglos en Roma —dentro de una especie de espiral de la Historia—, los hechos nos obligan a oír y ver estos acontecimientos para reflexionar sobre la libertad, la conciencia de culpa, la degradación, el poder, la destrucción, el honor o la venganza; todo esto ante el hecho de una violación y de sus consecuencias trágicas para el ser humano.
Durante siglos, el suicidio de Lucrecia posterior a su violación descrito por Tito Livio fue asumido como un ejemplo de virtud para las mujeres aludiendo a las supuestas palabras de la heroína antes de su muerte, relatando el autor, cómo empuñando una daga, exclamó: «en adelante ninguna mujer deshonrada me tomará como ejemplo para seguir con vida», aun considerándose absuelta de la culpa de la violación
La violación de Lucrecia, una obra maravillosa y tristemente muy actual, nos permite reflexionar acerca de muchos temas, que van desde la violencia machista a la violencia institucional. Rafael R. Villalobos nos recuerda que, además de proporcionarnos el placer de descubrir y redescubrir a Nebra, el proyecto tiene otros puntos interesantes y absolutamente actuales, como puede ser el «entender el espíritu revolucionario que los autores de entonces (siglo XVIII) tenían respecto a los derechos de las mujeres».
La función de ‘La violación de Lucrecia’ del jueves 30 de marzo se emitirá en directo en streaming a través del canal de YouTube, Facebook y la página web del Teatro y quedará disponible en abierto.
Esa misma función será grabada por Radio Clásica de Radio Nacional de España para su emisión en próximas fechas.
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