Acabo de terminar la última
novela de Javier Castillo, La chica de nieve.
Sin que se pueda decir que es de mis escritores favoritos, sus
anteriores libros me habían resultado bastante interesantes, sobre todo el
primero “El día que se perdió la cordura”.
Aquel libro me resultó atrevido,
ágil y novedoso. Sus siguientes libros, El día que se perdió el amor y Todo lo
que sucedió con Miranda Huff, escritos con el mismo estilo me habían gustado
también, aunque evidentemente cuando uno se repite en estructuras y detalles lo
novedoso deja de serlo. Aún así, y dado que debido a la falta de otras
actividades tenemos más tiempo para dedicar a la lectura esperaba con
impaciencia el nuevo libro.
El libro comienza con un desfile
de Acción de Gracias en la ciudad de Nueva York en el que una niña de tres años
desaparece. El resto de la novela se desarrolla en torno a la investigación
llevada a cabo, a lo largo de varios años, por una joven periodista para dar con el
paradero de la niña.
Como veis el tema podría resultar
interesante a pesar de que esté bastante trillado, libros sobre niños
desaparecidos hay a montones. El problema es que la escritura de Javier
Castillo en este caso es bastante lineal, es una novela sin sorpresas, sin
giros inesperados, en la que en general no ocurre nada que no puedas imaginarte
y en la que el autor abusa, y mucho, de las líneas temporales, que son al menos
cuatro o cinco. Con ello, en ocasiones, cualquier lector no acostumbrado a este
baile de años y circunstancias puede sentirse confuso, incluso algo perdido en
algunos momentos.
Otro de los fallos para mí de la
novela es que las circunstancias personales de la protagonista, Miren Triggs,
pierden fuelle enseguida devoradas por el tema de la investigación, sin que
importe mucho el que la ha llevado actuar de la forma en que lo hace ni tampoco
su doble moral.
Por supuesto no todo es malo, es
de agradecer la crítica que Javier Castillo hace del periodismo
sensacionalista, aunque no se ahonde en ello y además no tiene demasiadas
páginas para lo que los escritores nos tiene acostumbrados hoy en día, así que
se lee ligera y para quien guste de la novela negra, el thriller o como queráis
llamarlo y no tenga demasiadas ganas de pensar puede ser una novela perfecta.
RESUMEN:
Nueva York, 1998, cabalgata de
Acción de Gracias.
Kiera Templeton, de tan solo tres
años, desaparece entre la multitud.
Tras una búsqueda frenética por
toda la ciudad, alguien encuentra unos mechones de pelo junto a la ropa que
llevaba puesta la pequeña.
En 2003, el día que hubiese sido
el octavo cumpleaños de Kiera, sus padres, Aaron y Grace Templeton, reciben en
casa un extraño paquete con algo inesperado: una cinta de vídeo VHS con una
grabación de un minuto de Kiera, ya con ocho años, jugando en una habitación
desconocida.
Miren Triggs, una estudiante de
periodismo de la Universidad de Columbia, se siente atraída por el caso e
inicia una investigación paralela que la lleva a desentrañar aspectos de su
pasado que creía olvidados, y es que su historia personal, al igual que la de
Kiera, está llena de incógnitas.
Después del éxito de El día que
se perdió la cordura, El día que se perdió el amor y Todo lo que sucedió con
Miranda Huff, Javier Castillo regresa con La chica de nieve, un juego de
espejos y un oscuro viaje a las entrañas del periodismo. Una novela que muestra
que lo peor siempre pasa inadvertido.
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