Sala de Exposiciones Temporales
C/ Alcalá, 13 MADRID
Del 12 de Mayo al 24 de Julio de 2016
Miguel J. Meléndez, Retrato de muchacha
Pocas veces cuando contemplamos
un lienzo en un museo o los muros de una iglesia pensamos en el trabajo que se
encuentra detrás de sus maravillosas pinturas y mucho menos se nos ocurriría
que en una gran parte de esas obras el artífice de la raíz, o sea de los
dibujos en que están basadas, no fueran los propios pintores. Y sin embargo el
germen de toda gran obra está en los trazos realizados sobre papel de artistas
singulares, ya que como dice Pablo Jiménez, Director del Área de Cultura de la
Fundación Mapfre, en el dibujo está la base de todo el arte.
La colección de dibujo
español de los Uffizi, que se presenta en la Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando, es una de las más
importantes de todas las conservadas fuera de España. El atractivo de esta
colección reside en la presencia de ejemplos únicos para poder estudiar el
proceso creativo de los artistas españoles de los siglos XVI y XVII,
encontrándose diseños para obras capitales del patrimonio cultural español.
El Comisario de la
exposición Benito Navarrete, ha seguido los pasos que su maestro, Alfonso Pérez Sánchez, iniciara
en 1971 y que ha dado paso al estudio de más de cuarenta mil obras, a través de
las cuales se pudo dictaminar que existían señales identificativas que permitían catalogar los dibujos como procedentes
de autores españoles, aunque en algunos casos habían sido catalogados
erróneamente con anterioridad entre el fondo de dibujos italianos, flamencos y
alemanes de los Uffizi,
Antonio
del Castillo, Estudio de Siete Cabezas
El origen de la colección se encuentra en los dibujos
reunidos en Madrid por el comerciante florentino Giovanni Filippo Michelozzi como
consecuencia de una estancia en torno a 1745-1746, que refleja un temprano
gusto y aprecio de los coleccionistas italianos por el dibujo español. Un
primer bloque de este conjunto fue comprado por la Real Galería de Florencia en
1779 gracias a la política de adquisiciones auspiciada por el gran duque de
Toscana Pietro Leopoldo de Habsburgo Lorena (1765-1790) y el
director-anticuario de la Real Galería de los Uffizi, Giuseppe Pelli Bencivenni
(1729-1808), mientras que el resto fue adquirido con posterioridad por el
escultor Emilio Santarelli (1801-1886) y donado en 1866 a la institución
florentina junto a un extraordinario legado que sumaba 12.704 diseños, en un
gesto de generosidad sin precedentes. Ello permitió que volvieran a confluir
todos los dibujos que habían formado parte de un tronco común, aunque ese
proceso de re-contextualización evidenció las huellas del tiempo transcurrido y
marcó el devenir de su propia historia.
Berruguete, Cristo Salvador
Para la exposición en la Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando se han seleccionado ciento veintinueve dibujos, que contemplan un
amplio recorrido por los más representativos artistas españoles de los siglos
XVI al XVIII, desde los destacados herederos de la maniera italiana como Alonso
Berruguete, Gaspar Becerra o Luis de Vargas, hasta los más prolíficos
dibujantes del Siglo de Oro: José de Ribera, Alonso Cano, Francisco de Herrera
el Mozo, Antonio del Castillo, Vicente Carducho, Juan Carreño, Francisco Rizi o
Claudio Coello, para culminar con la obra de Miguel Jacinto Meléndez, en quién
se evidenció la impronta de los nuevos gustos estéticos de Francia. La muestra
supone, además, una ocasión única para conocer un muy relevante número de
dibujos completamente desconocidos hasta el momento junto a otros que no habían
sido objeto de exhibición en España, algunos de los cuales proceden de álbumes en
los que habían sido pegados después de recortar los dibujos.
J. Ribera, Noli me tangere
Hay que señalar la importancia del hallazgo de dibujos de
artistas que trabajaron en Madrid y que estuvieron relacionados con los
pintores florentinos. El caso más significativo es el de Vicente Carducho, del
que ahora se dan a conocer dos nuevos dibujos: la Aparición de los ángeles músicos
a San Hugo de Lincoln, que se encontraba entre los atribuidos a Antonio da
Pordenone y es una de las obras más destacadas en papel azul, preparatoria para
su gran lienzo de la Cartuja de El Paular, y el diseño preparatorio para la
pintura de Santa Inés del Museo del Prado, que ha sido localizado entre los de
Pietro da Cortona.
Reseñables son también los tres dibujos de Miguel Jacinto
Meléndez que retratan a Felipe V, mal ubicados entre los dibujos franceses o
los atribuidos a Niccolo Cassana, y que contribuyen notablemente no sólo a
conocer mejor el estilo del gran artista madrileño sino a evidenciar la
evolución fisionómica del primer Borbón español. Estos ejemplos, así como
muchas otras obras de la exposición, confirman la extraordinaria relevancia de
la colección de los Uffizi para el conocimiento del dibujo español.
En definitiva la exposición I Segni nel tempo, nos enseña a mirar más allá de lo que a veces
vemos y a disfrutar del dibujo no ya como base de la obra a la que sirve de apoyo
sino como obra completa en sí misma.
Pacheco, Retrato de Pablo Céspedes
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